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BIOGRAFIA DE ODYSSEAS ELÝTIS
Odysséas Elýtis es el seudónimo de Odysséas Alepoudélis, nació el 2 de noviembre de 1911 en Heraclión (Creta, Grecia). Fue el más pequeño de los seis hijos de Panayiotis y María Braná. Su padre procedía del pueblo de Kalamiaris de Mitilene y se estableció en la ciudad de Heraclion en 1895, cuando en colaboración con su hermano fundó una fábrica de jabón y refinamiento de aceite de orujo. El antiguo apellido Alepoudélis era Lemonós, el cual más tarde se transformó en Alepós. Su madre procedía de Pápado de Mitilene.
En 1914, su padre trasladó sus fábricas al puerto del Pireo y su familia se instaló en Atenas. Odiseas Elitis se inscribió en 1917 en el colegio privado D. N. Makrí, donde estudió durante siete años. Los primeros veranos de su vida los pasó en Creta, en Mitilene y la isla Spetses.
En noviembre de 1920, tras la caída de Venizelos, (Partido Demócrata Liberal) su familia hizo frente a diversas persecuciones que culminación con la detención de su padre, a causa de su apoyo a las ideas de Venizelos. Este tenía estrechas relaciones con la familia y se había sido alojado a menudo en su casa en la finca de Aklidiú.
En 1923 viajó toda la familia por Europa, visitando Italia, Suiza, Alemania y Yugoslavia. En Lausana el poeta tuvo la oportunidad de conocer de cerca a Eleftherios Venizelos.
En el otoño de 1924 se inscribió en el Tercer Gimnasio Masculino de Atenas y colaboró en la revista “La Formación de los Niños”, utilizando diferentes seudónimos, como él mismo confiesa (Elýtis da muchos datos autobiográficos en su libro “Papeles abiertos”.
Conoció por primera vez la literatura neogriega cuando ya había leído muchas obras universales del pensamiento. De hecho, gastaba todo su dinero en comprar libros y revistas. Aparte de su dedicación a la literatura, participó activamente en excursiones a las montañas del Ática y, como contrapeso a su disposición a la lectura, practicó el atletismo. Incluso los libros que compraba tenían que tener una relación con la naturaleza griega. En la primavera de 1927 el agotamiento y una adenopatía lo forzaron a abandonar la actividad deportiva inmovilizándolo en la cama durante tres meses. A ello siguieron unos leves síntomas de enfermedad neurológica, y más o menos en esa misma época se volvió definitivamente hacia la literatura, suceso que coincidió con la aparición de varias revistas sobre la nueva literatura griega como “El Nuevo Hogar” y “Letras Griegas”.
En el verano de 1928 recibió el título de bachillerato con una calificación de 7.
Presionado por sus padres, eligió estudiar química, acudiendo a varias academias privadas para preparar los exámenes de ingreso del curso siguiente. Durante el mismo periodo se puso en contacto con la obra de Kavafis y Kalvos renovando su conocimiento de la antigua poesía celta. Paralelamente descubrió la obra de Paul Éluard y de los surrealistas franceses, que ejercieron una importante influencia en sus ideas sobre la literatura. Bajo la influencia de su gusto por la literatura, renunció a su intención de dedicarse a la química y en 1930 se matriculó en la facultad de Derecho de la Universidad de Atenas.
Cuando en 1933 se fundó en la universidad el Grupo de Filosofía Ideocrática, Elýtis era uno de los representantes de los estudiantes, colaborando en la organización de las “reuniones del sábado”. Durante la misma época conoció la poesía contemporánea griega de Emmanuil Késaros (como La flauta discordante), la recopilación de poemas “En el placer de la escapada” de Theodoros Doru, “El retorno” obra de Giorgos Seferis de 1931 y “Los poemas”, obra de Nikitas Randu de 1933. Con entusiasmo, continuó paralelamente con sus vagabundeos por Grecia, los cuales describe él mismo: Auténticos pioneros, día tras día proseguíamos en ayunas y sin afeitar, agarrados al volante de un moribundo Chevrolet, subiendo y bajando colinas de arena, atravesando marismas, en medio de nubes de polvo y bajo despiadados chaparrones, superábamos incesantemente todos los obstáculos y devorábamos los kilómetros insaciablemente, que solamente nuestros veinte años y nuestro amor hacia esta tierra que descubríamos, podían justificar.
Durante el mismo periodo se relacionó estrechamente con Giorgos Sarandaris (1908-1947), quien alentaba en sus tentativas poéticas, cuando todavía Elýtis vacilaba sobre publicar sus obras, mientras se ponía en contacto con el círculo de “Nuevas Letras”, revista que existió entre 1935-1940 y en 1944. Esta revista, con Andreas Karandonis como director y numerosos colaboradores y escritores griegos dignos de mención, tanto veteranos como jóvenes (Giorgos Seferis, Georgios Theotokás, Ángelos Terzakis, Kosmás Politis, Ángelos Sikelianós, etc), introdujo en Grecia las tendencias modernas de poesía y literatura y dio a conocer al público lector jóvenes poetas, con la traducción de sus obras representativas o con artículos informativos de su poesía. Llegó a ser el órgano intelectual de la generación del 30 que acogió en sus columnas todos los elementos vanguardistas, juzgando favorablemente y presentando las creaciones de los nuevos poetas griegos.
Como Elýtis reconoce, 1935 fue un año especial en su experiencia intelectual. En enero se publicó la revista Nuevas Letras. En febrero conoció a Andreas Embirikos, (poeta y el primer psicoanalista griego) que ejerció gran influencia sobre Odisseas y quien lo caracterizó como “el atleta de fuerte resistencia de la fantasía, con campo de juego todo el universo y zancada el amor. Su obra, cada nueva obra suya, ceñida de un pequeño arcoíris, es una promesa hacia la humanidad, un regalo que si todavía no lo toman todos en sus manos, es sola y exclusivamente debido a su propia indignidad“.
En el mismo mes Embirikos dio una conferencia sobre el tema “El surrealismo, una nueva escuela poética”, que constituyó también la primera presentación oficial del surrealismo al público griego. Los dos poetas mantuvieron una estrecha amistad, que duró más de 25 años. En marzo del mismo año, aparte de la obra “Novela” de Seferis, se publicó la recopilación de poemas ”Alto horno” de Embirikos, con poesía totalmente surrealista. Elýtis, nueve años más joven, vio abrirse ante sí de par en par una puerta a una nueva realidad poética, donde podía cimentar con sus propios recursos su edificio poético.
En el transcurso de un encuentro del círculo de “Nuevas Letra” en la casa del poeta Giorgos Katsímbalis, los asistentes se guardaron varios manuscritos de Elýtis, con la excusa de estudiarlos mejor, y los compusieron tipográficamente a escondidas, presentándoselos más tarde al propio Elýtis con el seudónimo de Odysseas Branás, con el objetivo de su publicación. Elýtis pidió al principio su retirada dirigiéndose al propio Katsímbalis en una carta personal, pero finalmente fue convencido de publicarlos bajo el seudónimo de Odysseas Elýtis.
La publicación de sus primeros poemas en “Nuevas Letras” se produjo en noviembre de 1935, en el undécimo número de la revista. Elýtis publicó además varias traducciones de poemas de Paul Éluard y en el prólogo del artículo presenta tanto a su creador como a su poesía: “Lo que escribe llega enseguida a nuestro corazón, nos golpea en medio del pecho como una ola de otra vida sacada de la suma de nuestros más mágicos sueños“. En 1936 el grupo de escritores era más sólido y mayor. Elýtis conoció al también poeta Nikos Gatsos, que años más tarde compuso el surrealista ”Amorgó”.
En 1937 hizo el servicio militar en la Escuela de Oficiales de Reserva en Corfú, intercambiándose correspondencia con Nikos Gatsos y Giorgos Seferis, que se encontraban en Albania. Poco después de licenciarse, al año siguiente, Mitsos Papanikolau publicó en “Nuevas Letras” el artículo “El poeta Odysseas Elýtis”, que contribuyó a su consagración.
En 1939 abandonó definitivamente sus estudios de Derecho y después de bastantes publicaciones de sus poemas en revistas, se publicó su primera recopilación poética, con el título “Orientaciones” . Al año siguiente, fueron traducidos por primera vez.
Con el comienzo de la guerra, Elýtis se alistó como alférez en la administración del Primer Cuerpo del ejército. El 13 de diciembre de 1940 fue trasladado al frente y el 26 de febrero del año siguiente, fue llevado con un caso grave de tifus al hospital de Ioánina. Durante la ocupación fue uno de los miembros fundadores del “Círculo Palamás” (en honor del poeta griego Kostis Palamas) el 30 de mayo de 1943. Allí mismo, en la primavera de 1942, publicó su ensayo “La verdadera fisonomía y la audacia lírica de A. Kalvos”.
En noviembre de 1943 se publicó la recopilación “El sol primero con las variantes encima de un rayo”, en 6000 copias numeradas, un himno de Elýtis a la alegría de la vida y a la belleza de la naturaleza. En “Nuevas Letras” , que volvió a editarse en 1944, publicó su ensayo “Las niñas”, mientras que desde 1945 comenzó su colaboración con la revista “Cuaderno”, traduciendo poemas de Federico García Lorca y presentando en su primer número su obra poética “Canto heroico y fúnebre por el subteniente caído en Albania”. La guerra de los años 40 le dio la inspiración para otras obras: “Bondad en las Likoporiés”,”Albanesa” y la incompleta “Barbarie”.
Durante un corto intervalo entre 1945 y 1946 fue nombrado director del programa en la Institución Nacional de la Radio, en Atenas. Colaboró también con la “Revista Anglo-Helénica” , donde publicó los ensayos “Libertad” y “Diario” y mantuvo hasta 1948 una columna de crítica del arte.
En 1948 viajó a Suiza, para instalarse luego en París, donde cursó clases de filosofía en la Sorbona. Describiendo las impresiones de su estancia en Francia, comenta sus sentimientos y pensamientos: “Un viaje que me llevaría más cerca del origen del arte moderno, pensaba. Sin contar con que me traería al mismo tiempo más cerca de mis viejos amores, en los centros donde habían actuado los primeros surrealistas, en los cafés donde se habían discutido los Manifiestos, en la rue de l’Odeon y en la Place Blanche, en Montparnasse y Saint Germain des Pres“. En París fue miembro fundador de la Asociación Internacional de Críticos de Arte y tuvo la oportunidad de conocer a André Breton, Paul Éluard, Albert Camus, Tristan Tzara, Pierre Jean Jouve, Joan Miró y otros artistas e intelectuales.
Con la ayuda del crítico de arte anglo-heleno Tériade, quien fue el primero en reconocer el valor de la obra del compatriota Theófilos, conoció a los grandes artistas Henri Matisse, Marc Chagall, Alberto Giacometti, Giorgio de Chirico y Pablo Picasso, sobre cuya obra escribió más tarde artículos y a quien dedicó el poema Oda a Picasso. En el verano de 1950 viajó a España para luego residir en Londres desde finales de 1950 a mayo de 1951, donde colaboró con la BBC realizando cuatro discursos radiofónicos. Un poco antes había comenzado a componer To axion estí.
Después de su regreso a Grecia, en 1952, se convirtió en miembro del Grupo de los 12, que anualmente concedía premios de literatura, del cual dimitió en marzo de 1953 para regresar dos años más tarde. Asumió de nuevo durante un año la dirección del programa EIP, nombrado por el gobierno de Aléxandros Papagos, puesto al que renunció al año siguiente. Al final del año, se convirtió en miembro de la Sociedad Europea de la Cultura en Venecia y miembro del consejo de administración del Teatro del Arte
En 1958, después de un periodo de silencio de alrededor de 15 años, se publicaron extractos del “To áxion estí” en la revista “Examen del arte”. En marzo de 1960 la editorial Íkaros publicó la obra. Algunos meses más tarde obtuvo por “To áxion estí” el Primer Premio Nacional de Poesía. Durante el mismo periodo se publicaron los “Seis y un remordimientos para el cielo”. Entre marzo y junio de 1961 visitó los Estados Unidos por una invitación del gobierno. Al año siguiente, después de un viaje a Roma, visitó la Unión Soviética invitado con Andreas Embirikos y Giorgos Theotokás. La ruta que siguieron comprendía Odessa, Moscú, donde dio una conferencia, y Leningrado.
En 1964 comenzó la grabación de los poemas cantados de la obra “To áxion estí” por parte de Mikis Theodorakis, aunque la colaboración de Elýtis con el compositor se remontaba a 1961. El oratorio de Theodorakis formó parte del Festival de Atenas y en un principio estaba previsto que fuese presentado en el teatro Irodio. Sin embargo, el Ministerio de la Presidencia se negó a ceder la sala, por lo que Elýtis y Theodorakis retiraron la obra, para presentarla finalmente en el cine Rex.
Mikis Theodorakis estrena la musicalización de “To axion estí” en 1964. De este modo, la obra de Elýtis logra salir de los ámbitos intelectuales y literarios, haciéndose masiva.
En 1965 el rey Constantino II le otorgó la medalla de Taxiarjos del Fénix. Al año siguiente completó la recopilación de ensayos que constituirían las “Cartas abiertas. Paralelamente realizó viajes a Sofía, invitado por la Unión de Escritores Búlgaros, y a Egipto. Después del golpe de Estado del 21 de abril de 1967,(La Dictadura de los Coroneles) se alejó de las actividades oficiales dedicándose principalmente a la pintura y al arte del collage, mientras se negaba a las propuestas de recitar sus poemas en París a causa de la dictadura que dominaba controlaba Grecia. El 3 de mayo de 1969 abandonó Grecia y se trasladó a París, donde comenzó la redacción de la composición “Luz del árbol”. Algunos meses más tarde visitó durante un tiempo Chipre; en 1971 regresó a Grecia y al año siguiente se negó a recibir el Gran Premio de Literatura que había decretado la dictadura. Tras la caída de esta, fue nombrado presidente del Consejo de Administración del Ε.Ι.Ρ.Τ. y miembro por segunda vez del Consejo de Administración del Teatro Nacional (1974-1977). El partido “Nueva Democracia”le ofreció una candidatura para el Parlamento, que rechazó permaneciendo fiel a su principio de no involucrarse activamente en política. En 1977 renunció también a su investidura como académico.
Durante los años que siguieron, continuó su polifacética obra intelectual. En 1978 fue honrado con un doctorado “honoris causa” en Filosofía por la Universidad Aristóteles de Salónica, y al año siguiente recibió el Premio Nobel de Literatura. La noticia del otorgamiento del premio por parte de la Academia Sueca se produjo el 18 de octubre; de acuerdo con la comunicación oficial, le fue concedido “por su poesía, que teniendo como fondo la tradición griega, pinta con fuerza sensible y creadora y sagacidad intelectual la lucha del hombre moderno por la libertad y la creación”. Elýtis estuvo presente en la ceremonia protocolar el 10 de diciembre de 1979. Al año siguiente depositó la medalla de oro y los diplomas del premio en el Museo Benaki. A la concesión del Nobel le siguieron distinciones honoríficas dentro y fuera de Grecia, entre las cuales se encuentran la concesión del Tributo del Honor en una sesión extraordinaria del Parlamento Griego, su investidura como Doctor “honoris causa” por la Sorbona, la creación de una cátedra de Estudios Neogriegos con el nombre de Cátedra Elýtis en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, así como la concesión de la Medalla Benson de la “Royal Society of Literature” de Londres.
En 1980 es invitado por el Ministerio de Cultura de España para dar recitales y conferencias en distintas ciudades de España.
Murió en Atenas el 18 de marzo de 1996, a raíz de un infarto agudo de miocardio.
SOBRE SU OBRA
Su primera recopilación “Orientaciones” de 1940 está llena de luz y pureza, ganando por méritos propios el sobrenombre de “poeta de la luz”.
Su segunda obra maestra, Axion Esti (Dignum est, en latín), apareció tras un largo período de silencio (1959), y está inspirada por sus memorias de la segunda guerra mundial, la ocupación nazi, la resistencia griega y la guerra civil.
Dividida en tres parte con los títulos característicos “Génesis. Pasión y Gloria”, es un elogio a todas la cosas efímeras, las únicas dignas en este pequeño gran mundo. Su teoría poética sobre las cosas queda reflejada en esta obra, como el mismo recalcó ante la Academia Sueca durante la entrega del premio Nobel: “No hablo de lo común y de la capacidad natural de percibir las cosas en sus detalles, sino del poder de la metáfora para captar sus esencias y llevarlas a ese estado de pureza de manera que su significado metafísisco parezca una revelación”.
Mikis Theodorakis al poner música a sus poemas de Axion Esti lo que es lo mismo Dogmun est logró sacar a Elitis de los ámbitos intelectuales y literarios convirtiéndole en un poeta muy popular. La canción “Sol soberano” llegó a ser una especie de himno nacional para los griegos.
De su vasta obra poética destacan también: “Sol el primero” 1943, “Canto heroico y fúnebre por el subteniente caído en Albania” 1945, “El monograma” 1971, “María Nefeli” 1978, “El pequeño Nautilus” 1984, “Al oeste de la tristeza 1975 y “Elegías de Oxopetra” de 1991.
Frecuentemente llamado poeta del optimismo, negaba constantemente esta definición de su trabajo porque creía que la poesía no es ni optimista ni pesimista; representa un estado del espíritu en el que lo contrario simplemente no existe. Esta poesía es como la naturaleza, que no es ni buena ni mala, simplemente existe”.
Y qué mejor manera de completar este homenaje con uno de sus poemas, “El granado loco” de la colección Orientaciones, traducido Alfonso Silván Rodríguez.
EL GRANADO LOCO
En estos blanquísimos patios , en donde sopla el ábrego
Silbando en arquerías abovedadas, decidme , ¿es el granado loco
Que brinca en la luz esparciendo su risa frutal
Con empeños y susurros del viento , decidme ¿es el granado loco?
Que rebulle con recién nacidas frondas en la alborada
abriendo por lo alto todos los colores con estremecimiento de triunfo?
Entrevista que concedió a Ivar Ivask (publicada en Atenas en 1975), de la cual reproducimos algunos pasajes (pp. 187-203) que ilustran las opiniones de Elýtis sobre su propia obra y que juzgamos importantes para el mejor entendimiento de la producción del poeta. El poeta habla de sí mismo.
La primera cosa que quisiera decirle es que el público pregunta continuamente, y en cierta forma con razón, cómo llegó a combinarse (con el mismo rostro, con la misma poesía) el mundo del Mediterráneo —más precisamente del Egeo, uno de los motivos de mi poesía— con el surrealismo. Eso parece una paradoja, dicen. Sin embargo, cada cosa depende de la forma en que la veas. Para mí el Egeo no es sólo un lugar de la naturaleza, sino una especie de huella digital (como señaló justamente un crítico). Mi generación y yo —y aquí incluyo a Seferis— tratamos de encontrar el verdadero rostro de Grecia. Esto era necesario porque hasta entonces aparecía como el verdadero rostro de Grecia el que los europeos veían como Grecia. Para lograr este propósito era necesario acabar con la tradición racionalista que pesaba sobre el Occidente. Así se explica la gran repercusión que tuvo el surrealismo entre nosotros, cuando apareció en la escena literaria. No puedo aceptar algunas facetas del surrealismo, como sus extravagancias o la defensa de la escritura automática; no obstante, fue la única escuela poética —y, creo, la última en Europa— que buscaba la salud espiritual y que reaccionó ante la corriente racionalista que se había apoderado de los mejores cerebros de Occidente. (…) El surrealismo con su carácter antirracionalista nos ayudó a hacer una especie de revolución para conformar nuestra idea sobre la verdad helénica. Simultáneamente, el surrealismo contenía un elemento maravilloso, lo que nos permitió crear un alfabeto de elementos genuinamente griegos y expresarnos con ellos.
Por ese entonces recibí la visita de una joven que escribía su tesis doctoral sobre el tema del surrealismo francés y el griego. Aunque era muy joven, me di cuenta de que los había comprendido muy bien. Explicaba que el surrealismo había florecido en Grecia porque los surrealistas griegos no imitaron simplemente a los franceses, sino que más bien adaptaron el surrealismo a la realidad griega. Y es cierto. Cada uno de nuestros poetas llamados surrealistas hizo algo completamente diferente con el surrealismo: Embirikos, Engonópoulos, Gatsos, Sajtouris, cada uno de ellos hizo algo diferente, y yo también hice algo diferente. Parece ser que nunca se dio un surrealismo ortodoxo.
El surrealismo nos puso en el centro de la gran significación que daba a los sentidos. Cada una de las cosas se volvía comprensible dentro de los sentidos. Yo también introduje en la poesía un método para la comprensión del mundo por medio de los sentidos. Es cierto que los griegos antiguos hacían lo mismo, con la diferencia de que no tenían la preocupación por la santidad, que sólo apareció con la llegada del cristianismo. He tratado de armonizar estos términos; lo que quiere decir que dondequiera que hablo de las cosas más tangibles se sobrentiende que aparecen en un estado de pureza y santidad. Trato de unificar esas dos corrientes. No soy cristiano en la significación austera de la palabra, sino que me inclino por la preocupación cristiana de la purificación del mundo de los sentidos. Esa misma característica es esencial para la mejor comprensión de mi poesía. Por ejemplo, en mi reciente colección El árbol luminoso y la Decimocuarta belleza hablo de muchas cosas abstractas, sin embargo, siempre dentro de los sentidos. Para mí los sentidos no tienen dimensiones eróticas especiales, puesto que exhalan un olor de santidad; los sentidos se elevan a un nivel de consagración.
Con frecuencia me llaman poeta de la alegría o del optimismo. Esto es un error fundamental. Creo que la poesía, en determinado nivel de riqueza, no es ni optimista ni pesimista. Representa más bien una tercera posición del espíritu, donde los opuestos dejan de existir. No existen ya opuestos en determinado nivel de elevación. Así la poesía se asemeja a la propia naturaleza, que no es buena ni mala. Simplemente es.
Quiero que el texto sea completamente virgen y alejado del uso cotidiano de las palabras. Quizá sería mucho decir que lo quiero contrario al uso cotidiano. Pongo las palabras de tal manera que puedan revelar su rareza. Como ustedes saben, la poesía que fue escrita después de mi generación es completamente diferente, ya que utiliza la lengua de la calle y se acerca a la prosa. No digo que esto es mejor o peor. Lo único que tengo que decir, honestamente, es que no lo entiendo. No abarca la idea que tengo de la poesía. ¿Por qué no? Porque el poeta debería esforzarse por lograr algo que sea puro.
Puesto que mi primera preocupación era encontrar las fuentes del mundo helénico, conservé el mecanismo para crear mitos pero no las formas de la mitología. Permítaseme explicarlo. Un poema mío se llama “Cuerpo del verano”. Se trata de la idea del verano personificada en el cuerpo de un joven. En uno de mis primeros poemas hay una niña que se transforma en naranja; en otro, una muchacha que cierta mañana se convierte en granada. Ese es el mecanismo que empleo para crear personajes —para crear mitos, como dicen— pero sin hacer mención alguna de la mitología.
Me fijé en que siempre le entran dudas cuando establezco la comparación entre los griegos y los occidentales o los europeos. No tengo la culpa. Claro, nosotros los griegos pertenecemos políticamente al Occidente. Somos parte de Europa, parte del mundo occidental, pero a la vez Grecia jamás fue solamente esto. Existió siempre la parte oriental, que tiene un lugar significativo en la mente griega. Los valores orientales se fueron asimilando en el transcurso de la antigüedad. En el griego existe una parte oriental que no debería ser pasada por alto. Por ello hice la aclaración.
En un párrafo de “Papeles abiertos” escribo que los europeos y los occidentales encuentran siempre el misterio en la oscuridad. Sin embargo, nosotros los griegos lo encontramos en la luz, que es para nosotros algo absoluto. Para sostener lo que digo doy tres imágenes. (…) La última imagen es la de una jovencita que sobre su pecho desnudo tiene una mariposa que bajó al mediodía, mientras las cigarras llenaban el aire con su canto. Este fue para mí un descubrimiento más del misterio de la luz. De un misterio que nosotros los griegos podemos concebir íntegramente y ofrecerlo. Quizá sea algo único de este lugar. Tal vez sea mejor concebido aquí, y la poesía pueda revelarlo a todo el mundo. El misterio de la luz. A esto exactamente me refiero al hablar de la metafísica solar.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
- EXTRAÍDO DE MATERIAL DE LECTURA DE LA UNAMC. Carmen Chuaqui
Natalia Moreleón - Conmemorando los 20 años de la muerte de Odiseas Elitis
https://www.panoramagriego.gr › secciones › cultura - https://es.wikipedia.org/wiki/Odyss%C3%A9as_El%C3%BDtis
ODISEAS ELITIS. ANTOLOGIA Ediciones Akal - Wikipedia
- A media voz
- Trianarts.
SELECCIÓN DE POEMAS DE ODYSSEAS ELÝTIS
PRIMEROS POEMAS
«Escribo para que la muerte no tenga la última palabra.»
DEL EGEO
I
El amor
El archipiélago
Y la proa de sus espumas
Y las gaviotas de sus sueños
En su más alto mástil el marinero hace ondear
Una canción
El amor
Su canción
Y los horizontes de su viaje
Y el eco de su nostalgia
En su roca más mojada la novia espera
Un barco
El amor
Su barco
Y la despreocupación de sus vientos etesios
Y el foque de su esperanza
En su más leve oleaje una isla acuna
La llegada.
II
Juegos las aguas
En los sombríos pasos
Anuncian con sus besos el alba
Que despunta
Horizonte ─
Y las palomas sonido
vibran en sus cavernas
Despertar azul en la fuente
Del día
Sol ─
El mistral en la vela
En la mar
Las caricias de los cabellos
El sosiego de su sueño
Frescor ─
Ola en la luz
De nuevo engendra los ojos
Donde la Vida navega hacia
La contemplación
Vida
III
Rumor de mar beso en su acariciada arena ─ Amor
Su azulada libertad la gaviota
Entrega al horizonte
Olas vienen y van
Espumosa respuesta en los oídos de las caracolas
¿Quién se llevó a la rubia y a la quemada por el sol?
La brisa con su diáfano soplo
Inclina la vela del sueño
A lo lejos
Amor su promesa susurra ─ Rumor de mar.
Traducción de Cristian Carandell
DORMIDA
La voz se corta en el trémulo viento
y en sus árboles ocultos tú respiras
¡Es rubia cada página de tu sueño
y según mueves tus dedos un incendio se esparce
Dentro de mí con vestigios tomados del sol!
Y propicio sopla el mundo de las imágenes
Y el mañana exhibe totalmente desnudo
su pecho marcado por la inmutable estrella
Que anochece la mirada como cuando va a agotar un firmamento
Oh no florezcas más en los párpados
Oh no remuevas más en las matas del sueño
Sabes qué suplica en los dedos el aceite enciende
que guarda los portales del alba
Qué fresca revelación susurra en la espera
el recuerdo convertido en hierba
Allí donde tiene esperanza el mundo
¡Allí donde el hombre no quiere sino ser hombre
¡En soledad y sin ningún Destino!
De "Orientaciones"
Ediciones del oriente y del mediterráneo 1996
Versión de Ramón Irigoyen.
De EL SOL SUPREMO
PRIMERA PARTE
I
Ya no conozco la terrible noche anónima de la muerte
en el fondo de mi alma está anclada una flota de astros.
Estrella de la tarde centinela para que brilles
cerca del celestial vientecillo de una isla que me sueña
y para que yo anuncie la aurora desde sus altas rocas
mis dos ojos unidos te llevan navegando en la estrella
de mi justo corazón: ya no conozco esa noche.
Ya no conozco los nombres de un mundo que me niega
adivino claramente las conchas, las hojas, los astros,
mi odio es superfluo en las calles del cielo
a menos que sea el sueño que me vuelve a mirar
con lágrimas he de cruzar el mar de la inmortalidad
estrella de la tarde bajo la curva de tu dorada luz
la noche que tan sólo es noche no la conozco ya.
II
Cuerpo del verano
Hace ya tiempo que se escuchó la última lluvia
caer sobre las hormigas y las lagartijas
Ahora se quema el cielo inmenso
los frutos se pintan la boca
los poros de la tierra se abren poco a poco
y junto al agua que gotea silabeando
una planta enorme mira directamente al sol.
¿Quién es ése que descansa sobre la playa
fumando de espaldas hojas de olivo de humo plateado?
Las cigarras se calientan en sus oídos
las hormigas trabajan en su pecho
las lagartijas se deslizan por el césped de su axila
y sobre las algas marinas de sus pies pasa ligera
una ola vertida por una sirenita que cantaba:
“Oh cuerpo del verano desnudo quemado
devorado por el aceite y la sal
cuerpo de roca y estremecimiento del corazón
un gran viento orea la cabellera de mimbre
aroma de albahaca sobre el rizado pubis
lleno de estrellas y agujas de pino
cuerpo lozano bañado por el día.”
Llegan lluvias ligeras impetuosos granizos
pasan azotando la tierra en las garras de la nieve
que se ennegrece en las profundidades por las olas furiosas
las montañas se lanzan a las ubres cargadas de la nube.
Pero ante todo esto sonríes indiferente
y vuelves a encontrar tu hora inmortal
como te vuelve a encontrar el sol en las playas
y en medio de tu saludable desnudez te encuentra el cielo.
III
Día bruñido caracol de la voz me creaste desnudo
para que caminara en mis domingos cotidianos
desde la playa diste la bienvenida a todo
Día, deja que sople el viento acabado de conocer
extiende un prado de ternura
para que el sol ruede su cabeza
y encienda con sus labios las amapolas
las amapolas que cortarán los orgullosos hombres
para que en su pecho desnudo no haya otra señal
de la sangre del desprecio que borró la amargura
al introducirse en el recuerdo de la libertad.
Hablé sobre el amor la salud de la rosa y el rayo
que directo y solitario encuentra al corazón
sobre Grecia que firmemente se adentra en el mar
sobre Grecia que me pasea siempre
por desnudas montañas gloriosamente nevadas.
Doy la mano a la justicia
diáfana fuente manantial de la cima
mi cielo es profundo e inmutable
lo que amo nace incesantemente
lo que amo se encuentra siempre en su principio.
VIII
Viví el nombre amado
a la sombra del olivo abuelo
en el murmullo del longevo mar
Aquellos que me lapidaron ya no viven
con sus piedras construí una fuente
al borde se acercan pálidas muchachas
sus labios descienden desde la aurora
sus cabelleras se desmadejan profundamente en el futuro.
Llegan las palomas niñitas del viento
Beben, vuelan para que la vida siga adelante
Lo aterrador del sueño se convierte en sueño
el dolor circunda la hermosa península
ninguna voz se pierde en los regazos del cielo
Oh mar de amaranto qué susurras dime
desde temprano estoy en tu boca mañanera
en la cima donde aparece tu amor
veo el deseo de la noche que derrama los astros
el deseo del día que poda los brotes de la tierra.
Siembro en los campos de la vida miles de azucenas
miles de niños inmersos en el preciado aire
lozanos y hermosos niños que respiran bondad
y saben mirar fijamente los profundos horizontes
cuando la música eleva las islas.
Grabé el nombre amado
a la sombra del olivo abuelo
en el murmullo del longevo mar.
X
Muchachito con la rodilla raspada
cabeza rapada sueño sin rapar
pie con anclas cruzadas
brazo de pino lengua de pez
hermanito de la nube.
Cerca de ti viste blanquear la arena humedecida
escuchaste el silbar del jaramillo
los más coloridos
conociste los más desnudos lugares
muy en el fondo el gracioso movimiento de un pez
muy en lo alto el sombrero de la iglesita
y muy a lo lejos un vapor con chimeneas rojas.
Viste la ola de las plantas donde el cierzo
tomaba su baño matinal la hoja del cacto
el puentecito en el recodo del camino
pero también la sonrisa salvaje
en el estrepitoso entrechocar de los árboles
en los grandes solsticios de boda
ahí donde gotean lágrimas las camelias
ahí donde abre el erizo las adivinanzas del agua
ahí donde los astros presagian el huracán.
Muchachito con la rodilla raspada
talismán loco mentón obstinado
pantaloncillo ligero
pecho de roca alcatraz del agua
pillastre de la blanca nube.
V
AZUL CLARO
Con qué facilidad paso de tus ojos al cielo
de la manga de agua al rostro del mar
de tu pequeño dedo a la estrella de zafiro
Fama esperanzada de la luz espacio inmenso
lo que observo con la mirada me alimenta.
Lo que percibo con el tacto me alimenta
cuerpo fresco del mar o aire
esfera del sueño intocable o fría pompa de jabón
la geografía de tu virginidad que no me importa
una tela de seda para pisotearla
un cuenco de campana cristalina para los sordos
que visten de corcho a su muñeca más pesada.
Mi muñeca es tu muñeca es la azulita
completamente desnuda que se divierte agujerada con
los astros
y se baña en la noche y hace cosquillas a los grillos.
Pero ni la gota de la Aurora bebida por lo azul
ni la resurrección de la maldad del ruiseñor
ni el girar del trompo ni el desmayo
del momento que dispersa en el vacío las plumas de ganso
beben de tu frente de la fuente que llaman libertad.
ABRO MI BOCA Y SE ALBOROZA EL MAR…
Abro mi boca * y se alboroza el mar
Y lleva mis palabras * a sus cuevas oscuras
Y a las pequeñas focas * se las susurra
Las noches en que llora * e la tortura del hombre.
Rajo mis venas * y enrojecen los sueños
Y se producen aros * en los barrios de niños
Y sábanas en * las muchachas que velan
Para escuchar secretas * las maravillas del amor.
Me marea la cananga * y desciendo a mi huerto
Y entierro los cadáveres * de mis muertos secretos
Y el entorchado de oro * de las traicionadas
Estrellas suyas corto * para que caigan al abismo.
Se oxidan los barrotes * y castigo su época
Yo, que puse a prueba * miles de bayonetas
Y entre violas y nar * cisos el nuevo
Cuchillo preparo * que a los Héroes toca.
Desnudo mi pecho * y se sueltan los vientos
Y ruinas arrasan * y arruinadas almas
Y de sus densas nubes * purifican la tierra
Para que se muestren * los Prados Deleitosos!
De "Dignum est" 1959
Imprenta del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá 1994
Versión del profesor Jorge Páramo Pomareda
TO AXION ESTÍ (DIGNUM EST)
La Pasión, 1
He aquí, pues,
al creado para las pequeñas Kores y las islas del Egeo,
el amante del brinco de las corzas
y adepto de las hojas del olivo,
el bebedor del sol y exterminador de langostas.
Heme aquí frente
al traje negro de los fascinerosos
y el vientre vacío de los años, que abortó a
sus hijos, ¡el grito erótico!
El viento desata los elementos y el trueno asalta la montaña.
¡Destino de los inocentes, otra vez solo, allí, en los Desfiladeros!
Abrí mis manos en los Desfiladeros
Vacié mis manos en los Desfiladeros
y no vi otra riqueza, no oí otra riqueza
que frescos manantiales vertiendo
Granadas o Céfiros o Besos.
Cada cual con sus armas, dije:
Abriré mis granadas en los Desfiladeros
Apostaré los céfiros como centinelas en los Desfiladeros
Liberaré los viejos besos santificados por mi anhelo.
El viento desata los elementos y el trueno asalta la montaña.
¡Destino de los inocentes, eres mi propio Destino!
(Traducción de Horacio Castillo)
VINIERON EN VESTIDO DE “AMIGOS”…
Vinieron
en vestido de “amigos”
incalculables veces mis enemigos
hollando el antiquísimo suelo.
Y el suelo no se adhería nunca a sus talones.
Trajeron
al Sabio, al Agrimensor y al Colonizador,
Biblias con letras y con cifras,
toda la Sumisión y Prepotencia,
dominando la antiquísima luz..
Y la luz no se adhería nunca a sus tejados.
Ni siquiera una abeja se engañó para empezar su juego de oro
y ni siquiera el viento, para henchir los blancos delantales.
Levantaron sobre cimientos
en las cimas, en los valles, en los puertos
torreones poderosos y mansiones,
barcas y otros navíos,
las Leyes, que decretan lo bueno y conveniente,
adaptándolas a antiquísima norma.
Y la norma no se adhería nunca a sus conceptos.
Ni siquiera una huella de dios dejó en sus almas rastro.
Ni siquiera un reflejo de ninfas recogió su palabra.
Llegaron
en vestido de “amigos”
incalculables veces mis enemigos
ofreciendo sus antiquísimos regalos.
Y no eran sus regalos
sino fuego y acero.
En los dedos que mantenían abiertos
sólo fuego y acero y armas.
Sólo fuego y acero y armas.
De "Dignum est" 1959
Imprenta del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá 1994
Versión del profesor Jorge Páramo Pomareda
EL MONOGRAMA
…………….Llevaré luto siempre – ¿me oyes? – por ti,
sólo, en el Paraíso
I
Volverá hacia otro lado las líneas
de la mano el Destino, como el que tiene las llaves,
sólo un instante permitirá el Tiempo.
¿Cómo si no, cuando la gente se ama?
Mostrará el cielo nuestras entrañas
y golpeará al mundo la inocencia
con la inclemencia de la negra muerte.
III
Así hablo para ti y para mí
porque te amo y al amor sé
entrar como la Luna llena
por todas partes, por tu pequeño pie entre las grandes sábanas
deshojar jazmines –tengo la fuerza,
adormecida, puedo soplar y llevarte
por puertos luminosos y por secretas galerías del mar
árboles hipnotizados con arañas plateadas.
Te han oído las olas
cómo acaricias, cómo besas,
cómo dices susurrando un qué o un eh bordeando el cuello, en la bahía,
siempre nosotros la luz y la sombra.
Siempre tú la pequeña estrella y siempre yo la nave en la oscuridad.
Tu siempre el puerto y yo el faro a la derecha
el muelle mojado y el fulgor en los remos.
Arriba, en la casa con las parras
las rosas trepadoras, el agua refrescante,
siempre tú la estatua de piedra y yo siempre la sombra que crece,
tú el postigo entornado, yo el aire que lo abre.
Porque te amo, te amo
siempre tú la moneda y yo la adoración por recuperarla:
Tanta noche, tanto murmullo en el viento.
Tanta gota en el aire, tantos silencios
en torno el tiránico mar.
Arco del cielo con estrellas
tan ligera tu respiración.
Porque no tengo nada más entre las cuatro paredes, el techo y el suelo,
sino gritar por ti y que mi voz me golpee,
sentir tu aroma y que se enfurezca la gente
porque lo desconocido y lo que viene de otra parte
no lo soporta la gente, y es muy temprano, me oyes,
Es muy pronto todavía en este mundo, mi amor
Para que yo hable de ti y de mí.
VII
En el Paraíso he marcado una isla
Igual que tú y una casa en el mar
Con una gran cama y una pequeña puerta
He lanzado a la profundidad un eco
para mirarme cada mañana cuando despierte
Para verte a medias pasar sobre el agua
Y llorarte a medias en el Paraíso.
Llevaré luto siempre – ¿me oyes? – por ti,
sólo, en el Paraíso
Odiseas Elytis escribió El Monograma durante una estancia en París entre 1969 y 1971, año en que fue publicado en Bruselas como manuscrito. En Grecia apareció en 1972. Figura entre los más bellos poemas de amor escritos en Europa en el siglo XX. En 1993 Mikis Theodorakis -- compuso el “Adagio” que sirvió de fondo a una lectura realizada por el propio músico y la poetisa Ioulita Iliopoulou --, viuda de Elytis, cuya grabación se llevó a cabo en octubre de 1998.
ODA A PICASSO
“Como cuando
pegan fuego a una mecha de estopa
Corriendo después lejos los hombres de las canteras
Y hacen señales como locos
Y una racha de viento repentina se lleva por los barrancos sus
sombreros de paja
Como cuando
un violín del todo solo delira en la oscuridad
Melancólicamente el corazón del enamorado abre su Asia
Las amapolas en el fulgor de la bomba de mano
Y las pétreas manos en los páramos que quietas y terribles
apuntan hacia el mismo lugar siempre
Gritan
Denuncian
La vida no es una rábida
La vida no resiste el silencio
Con surtidores de agua caliente y bolas de nieve va por lo alto
o rula por bajo y susurra palabras de amor
Palabras que digan lo que digan mentiras nunca dicen
Palabras que empiezan pájaros y terminan <>
Porque no tiene dos elementos el mundo – no se escinde
Pablo Picasso – y la alegría y la pena en la frente del hombre
parecen
<> – se encuentran allí donde el sueño
Deja a los cuerpos que hablen – allí donde pintas
La Muerte o el Amor
Igual de desnudos e indefensos bajo el hocico terrible del
Norte
Porque solo así existes.
En verdad Picasso Pablo existes
Y contigo nosotros existimos
Sin cesar elevan piedras negras alrededor nuestro – pero tú
ríes
Murallas negras alrededor nuestro – pero tú abres
De un solo trazo sobre ellas millares de puertas y ventanas
Que con desaforado amor magnifica y pregona los gases, los
líquidos y los sólidos de este mundo
De forma tal que nada ya combata a lo otro
De forma tal que nadie ya combata al otro
Que no exista enemigo
Emparejados que marchen el león con el cordero
Y la vida hermano mío como el Guadalquivir de las estrellas
Que se desprenda con agua pura y con oro
Miles de leguas por los sueños suyos
Miles de leguas por los sueños nuestros…”
Traducción de Alfonso Silván, Ediciones Akal Bolsillo.
[La ausencia de todo signo de puntuación se debe a que así es como elaboraba Elý
tis sus versos, así es en el original, y como tal se respeta].
PRÓXIMO PROGRAMA JUEVES A LAS 22 HS (HORA ESPAÑOLA)