VER PROGRAMA DE TELEVISIÓN DEDICADO A LA POETA CHINA LI QINGZHAO
BIOGRAFÍA DE LA POETA CHINA LI QINGZHAO
LI QUIGZHAO, fue una de las poetas más talentosas e importantes de la historia de china, mujer brillante, multifacética, de gran fuerza creativa y modelo para la aspiración, la libertad y la búsqueda de la belleza para las mujeres chinas, algo muy raro para una época tan patriarcal, pues vivió en el siglo XI durante la Dinastía Song. Se dice de ella que es la mejor poetisa china de todos los tiempos, a la altura de los grandes clásicos de la poesía china. Que sus poemas son los más altos escritos por una mujer en esta lengua. Una “mujer excepcional en todos los sentidos”, dice Miguel Salas Díaz, uno de los traductores del libro de Li Qingzhao Jade puro, poemas para cantar. A pesar de escribir numerosos poemas shi, destaca sobre todo por sus magistrales ci.
Su poesía se caracteriza por una gran riqueza de temas y madurez artística. Sus poemas cantan el amor y la naturaleza, expresan su felicidad en la primera época de su vida y la nostalgia, la separación, la soledad y el dolor en una segunda época. Escribe también acerca de la patria desmembrada y la preocupación por su destino. En un lenguaje sencillo fácil de entender por todo el mundo, pero profunda y tiernamente emocional.
La crítica china la encuadra dentro de la corriente ci de estilo sugerente y delicado, siendo la primera poetisa china en abordar el tema del amor desde sus propias experiencias y sentimientos como mujer, mostrando con autenticidad el mundo interior femenino, cantando al amor de un modo directo y hasta, a veces, fervoroso, algo nada habitual, puesto que el carácter nacional del chino, es poco efusivo y bastante reacio a exteriorizar los afectos íntimos en público.
La calidad de sus obras le ha llevado a ocupar un importante lugar en la historia de la literatura china. Su poesía es estudiada por todos los chinos en la Escuela. También hay series de televisión y películas que reflejan su vida y obra, por eso normalmente todos los chinos la conocen en mayor o menor medida.
Una de las peculiaridades de la poesía china es el emparejamiento de la poesía con la música. La primera antología poética Shi Jing, que incluye poema desde el siglo X al siglo VI a.c., fue una colección de canciones populares revisadas por Confucio. Los primeros poetas shi se van divorciando de la música, aunque aún tenían un sello profundo de las coplas del sur del país. En las dinastías posteriores, el shi, separado definitivamente de la música, se desarrolló y alcanzó en Tang y en los grandes poetas de esa dinastía su punto culminante. Pero con la creación del Yuefú (Departamento de Música) en la dinastía Han y el resurgimiento y la proliferación del ci en la dinastía Song, la música y los poemas para ser cantados vuelven a recuperar su importancia en la poesía. Nuestra protagonista de hoy va a ser famosa sobre todo por este tipo de poesía para cantar.
Este estilo de poesía tiene una estructura prefijada que después hay que llenar de palabras, de tal forma que cada frase termina en una vocal determinada y cada tramo de frase tiene un número de caracteres especificado, con un estilo muy concreto de pronunciación ya que se trata de una canción. Cada poeta rellena esa estructura. Disponiendo de la melodía lo que tiene que hacer es rellenar el contenido. Cada canción tiene su nombre. Cada título tiene dos partes, uno es el nombre de la canción y otro es el contenido -tememos, sin embargo, que las traducciones al castellano de estos poemas no hayan podido respetar esos cánones del ci establecidos por lo que se haya podido perder parte de la belleza de las composiciones.
Es un estilo muy difícil de por sí y para aquel entonces que una mujer lo hiciera, más difícil aún, pues las mujeres no tenían mucha experiencia fuera de su vida cotidiana.
LIN QUINGZHAO, cuyo sobrenombre es Ermitaña Yi An, nació en 1083 en la provincia de Sahndong dentro de una familia ilustre muy culta. Su padre era el célebre literato y funcionario Li Gefei, muy amigo del gran poeta Su Dongpo, y su madre era también una intelectual. La libre ideología de su familia la impulsó a estudiar y escribir poesía.
El entorno en el que creció fue, por tanto, un caldo de cultivo para su actividad creadora. Recibió una educación muy esmerada que junto a su especial sensibilidad propició su escritura. De niña ya se ganó fama por sus poemas y podía recitar más de 100 poesías. En su juventud era capaz de tocar la lira, el mahjon y se desempeñaba en la pintura y la caligrafía.
A pesar de que en esa época no estaba bien visto que una mujer frecuentara lugares de hombres, ella se reunía con otros poetas en torno a una mesa con vino e iban diciendo dos versos por poetas y así componían sus poemas.
A los 18 años contrajo matrimonio con Zhao Mingchen, especialista en paleografía (Ciencia de la escritura y de los signos y documentos antiguos), estudiante, bibliófilo y coleccionista, hijo de un importante funcionario. Ambos compartían las mismas vocaciones literarias y el amor por las colecciones de arte y la literatura. Estaban muy enamorados el uno del otro y la vida en común fue tremendamente feliz y enriquecedora durante veinte años. Los dos eran muy talentosos y Li encontraba en su marido una fuente de amor y crecimiento. El matrimonio gustaba de comprar muchas obras de arte, tanto que en una ocasión que se enamoraron de una obra muy costosa, la alquilaron por dos días para disfrutarla en su hogar. Juntos realizaron un catálogo de inscripciones en metal y piedra. Cuando se mudaron a Kaifen por motivos de trabajo, la mudanza incluía 15 carros llenos de obras de arte. Reunieron tantos libros que llenaron más de 10 habitaciones de su casa.
“Cuando traía las caligrafías, las enrollábamos y desenrollábamos miles de veces. Cuando adquiríamos un vino antiguo, lo examinábamos con gran atención. Corregíamos los errores de los libros, apuntábamos las ausencias en los antiguos, y nos dedicábamos a meditar y apreciar cómo se quemaban las velas. Cada tarde, después de cenar, nos sentábamos juntos y jugábamos a un juego que nosotros mismos habíamos inventado. Traíamos mil libros sobre la mesa y comenzaban las adivinanzas, de quién era este verso, a qué obra pertenecía; o intentábamos situar la fecha exacta de un hecho histórico, y acabábamos por lo general muertos de risa con el té derramado sobre la mesa”.
Otra anécdota que se cuenta de la pareja es que el marido se encerró durante tres días para poder escribir un poema mejor que ella. Pasado este tiempo, les hizo elegir a doce amigos entre el suyo y el de su esposa, y todos dijeron que el de ella era mejor.
Fue una época de juventud, intenso amor y alegría que se ve reflejada en sus poemas.
Con la invasión de los Jin (Tártaros Dorados) en el norte de China y el traslado de la capital de la dinastía Song al sur del río Yangtsé, por una parte, y el ascenso de su marido a magistrado que hizo que éste tuviera que ausentarse por motivos de trabajo con mucha frecuencia, la felicidad conyugal empezó a verse interrumpida. Comienza una época de esperas, soledad y melancolía. Muchos de sus poemas tienen como contenido la ausencia, la soledad y lo que era esperanza empieza a transformarse en melancolía.
En 1127 la poeta y su familia huyeron de la guerra a la provincia de Zhejiang. Cuando los Song del norte cayeron (1126) y se instauró la Dinastía Jin (1115-1134) el matrimonio se estableció en Nanjin donde su marido era alcalde en 1128, perdiendo gran parte de su colección de arte.
Su marido se enferma y en 1129 fallece. Este acontecimiento cambia totalmente su vida. Viuda y enferma queda sumida en una gran tristeza.
Primeramente, se refugia en la ciudad de Hanzhou, donde vive su hermano. Logra salvar los borradores de la obra académica de su esposo. Su hermano le conseguirá un segundo marido y volverá a casarse por segunda vez, casi a sus cincuenta años. Pero este matrimonio resultó ser muy desgraciado ya que su marido, interesado sólo en sus obras de arte, la maltrataba y no se preocupaba de ella. La poeta decidió solicitar el divorcio a las tres semanas de casarse. Para la época esto significaba dos años de prisión para la mujer, pero gracias a la ayuda de sus amigos la pena se redujo a nueve días de cárcel.
Después empezará a vagar de ciudad en ciudad, debido al caos de la guerra, incluso se pierde su rastro. Al final de su vida escribió sobre la vejez y la muerte, y su poesía se va hundiendo cada vez más en la desesperación cada y la melancolía del amor perdido y la patria martirizada.
No hay un criterio unánime acerca del año de su muerte. Unos afirman que fue en 1154, otros, en 1155, y otros, en 1151. Su antología Poemas ci de Jade no ha llegado hasta nosotros; sólo se conservan unos 70 poemas suyos.
LIBROS y WEBS CONSULTADOS:
- Li Qingzhao. Poemas escogidos. Traducción de Pilar González España.
- Poesía china (Siglo XI a.C. – Siglo XX). Ed. Guojian Chen.
- Ciclo de Literatura China 2021- Sesión 4: Li Qingzhao la poeta clásica más importante de China:
https://www.youtube.com/watch?v=-SNg4zQXEB4
- Revista cultural sobre China. Bambú, Dragones y Tinta. Lin Qingzhao, una mujer valiente. Mariana Guerrero. Arte y Cultura, nº 9. Septiembre 2021.
https://www.bambudragonesytinta.com/li-qingzhao-una-mujer-valiente.html
- Recital de poemas de Li Qingzhou en el Círculo de Bellas Artes de Madrid:
https://orienteymediterraneo.blogspot.com/2011/01/recital-de-poemas-de-li-qingzhao-en-el.html
SELECCIÓN DE POEMAS DE LI QINGZHAO
DOS POEMAS VERSIÓN DE OCTAVIO PAZ
(1) Labios rojos pintados
Lánguida, salta del columpio
y contempla sus manos delicadas.
Flor que envuelve el rocío, el sudor humedece
-una apenas neblina-su ligera camisa.
Un visitante llega y ella, azorada, corre
-las medias arrugadas, tres horquillas perdidas-,
vuelve y al entornar la puerta, curiosa,
mientras huele un membrillo verde, atisba.
(2) Anoche, por el vino
Anoche, por el vino, me despeiné ya tarde.
En el ramo, ya secos, pétalos de ciruelo.
Sueño de primavera, roto
por el sabor del vino: despierto a mi presente.
La luna, arriba, quieta.
Cierran las alas las cortinas…Y sin embargo
yo todavía rozo estos pétalos caídos,
todavía me envuelve este perfume
que no acaba de irse
y toco este momento todavía.
POEMAS TRADUCIDOS POR PILAR GONZÁLEZ ESPAÑA
POEMAS DE JUVENTUD Y PRIMAVERA
ORGULLO DE LOS PESCADORES
dentro de la nieve
la primavera anuncia su venida:
una flor de ciruelo asoma
entre heladas ramitas de mármol
y su rostro perfumado
a medio abrir, purísimo,
como si después del baño una mujer muy bella
entrara en el jardín con su vestido nuevo
la Gran Naturaleza
quizás ha puesto en ella todo su deseo
para que la luz brillante de la luna luzca más aún
veamos tú y yo
cómo se deslizan hasta el fondo de la copa
los posos verdes del vino delicioso y no digamos no a la ebriedad
porque esta flor
es única y sin igual entre las flores
FLOR DE LA MAGNOLIA, ACORTADO
FLOR DE LA MAGNOLIA, ACORTADO
a aquel
que vendía ramos de flores
en un balancín
le compré una flor
a punto de estallar de primavera
mojada toda ella de lágrimas iguales:
gotas de rocío que reflejan las nubes rosáceas del alba
temo que mi esposo piense
que mi rostro no es tan bello como ella
pero me la pongo oblicua y hermosa en el pelo
y que así, de un vistazo,
nos compare
RECOLECCIÓN DE MORAS
RECOLECCIÓN DE MORAS
en el crepúsculo
ráfagas de viento y lluvia
luz ardiente que se deshace y se apaga
ya he dejado de tocar la flauta de bambú
y frente al espejo engastado con flores ligeramente me maquillo
bajo el vestido de seda púrpura mi fina piel de nieve
exhala un delicioso perfume
entonces, sonriendo
susurro a mi amado:
«esta noche tras el dosel de muselina
sentiremos el frescor de nuestro lecho»
ESCARCHA A LA SOMBRA DE LAS FLORES
ESCARCHA A LA SOMBRA DE LAS FLORES
ligeras brumas densas nubes
hacen más triste aún este largo día
el perfume Borneol
se desvanece en su animal dorado
hoy es nueve de septiembre;
otra vez la Fiesta del Doble Yang
la almohada de jade
y el biombo de seda
a media noche despiden su frescor
cerca de la Barrera del Este
cuando ella alza su copa ante el ocaso
sus mangas desprenden un mágico perfume
no digas que el alma
no sabría languidecer de amor
tras las cortinas
que el viento del oeste ondea
ella aparece tan grácil
como un crisantemo
CIELO DE LAS PERDICES
CIELO DE LAS PERDICES
los rayos fríos del sol tristes
trepan la celosía de mi ventana
supongo que las esterculias estarán cargando a cuestas
con el rocío de toda la noche
con la resaca del vino
apetece aún más ese té amargo
abro los ojos
y el perfume Borneol viene a complacerme
el otoño se termina
¡pero los días me parecen tan largos!
aunque la nostalgia de Zhongxuan era más triste aún
mejor dejarse llevar por la ebriedad del buen vino
y no defraudar así a la Flor de Oro que crece en la Barrera del Este
CIELO DE LAS PERDICES’ (FLOR DEL CANELO)
CIELO DE LAS PERDICES’ (FLOR DEL CANELO)
de un amarillo mate claro casi pálido
su talle respira dulzura
lejos de las caricias de las manos sólo su aroma permanece
¿qué necesidad de rojos claros esmeraldas
o profundos rubíes
si ella misma
es la más bella entre las flores?
seguro que la envidian los ciruelos que los crisantemos se avergüenzan
y es que el año próximo en la balaustrada
será la Reina del Otoño
¡cómo es posible que los poetas clásicos
hayan sido tan poco sensibles para olvidar sus encantos!
‘LAVAR LA ARENA DEL ARROYO
‘LAVAR LA ARENA DEL ARROYO
en la Fiesta de los Manjares Fríos
se extiende una débil luz de primavera
del pebetero de jade
se eleva la última humareda del aloe
salgo del sueño
y busco bajo la almohada mi horquilla de oro
aún no han llegado los petreles pero jugamos ya
a buscar las plantas más bellas y extrañas
todos los ciruelos de la orilla se marchitan y de los sauces brotan los amentos
el columpio se humedece
con la lluvia fina del crepúsculo
OLAS LAVAN LA ARENA
OLAS LAVAN LA ARENA
elegante menuda de talle
y tan frágil
que no soporta la melancolía
de las primaveras
bajo las sombras esparcidas del ciruelo, en ropa ligera de noche,
ella aparece grácil, delicada
¿a quién podría compararse?
¿a una ingrávida voluta de humo?
cuando canta maravillosamente
abre sus labios rojos
—cada palabra suya es un lamento que conmueve
que te lleva
al Manantial de las Flores del Melocotón—
tras contemplar la nocturna terraza de cristal ella monta en la carroza de la luna
y la acompaña en su viaje de regreso
COMO EN SUEÑOS
COMO EN SUEÑOS
anoche
cayó una lluvia fina
sopló fuerte el viento
he tenido un sueño tan pesado
que aún no ha disipado mi ebriedad
pregunto a la doncella que levanta los estores
me contesta: «¿los geranios?
los geranios están igual que siempre»
igual que siempre.. ¿pero qué sabrá?
¿qué puede saber?
sus pétalos deben estar de un rojo imperceptible y sus hojas
de un verde esplendoroso
ROJO SOBRE LOS LABIOS
ROJO SOBRE LOS LABIOS
tras columpiarse
se pone en pie
demasiado perezosa
para lavar sus delicadas manos
pequeña flor mojada de rocío
gotas de sudor traspasan su vestido
de repente
llega un invitado
¡y ella, descalza,
con su horquilla de oro resbalándose!
y se retira avergonzada
pero antes
se apoya contra la puerta entreabierta
y le mira ladeando la cabeza
mientras huele el perfume de una ciruela verde
POEMAS DE LA SEPARACIÓN
MARIPOSA ENAMORADA DE SU FLOR
lágrimas,
arrastrando los afeites de mi rostro,
humedecen y manchan mi vestido de seda
aquella «canción de adiós»
la repito miles y miles de veces
dicen
que las largas cadenas montañosas tienen un final
pero yo sólo oigo la lluvia fina y delicada golpeando interminable
el pabellón solitario
desde que nos separamos la tristeza del adiós
me destroza poco a poco el corazón
he olvidado incluso si, al brindar por tu partida,
nuestras copas tenían poco o mucho vino
lo mejor
es que entregue este poema
a las ocas salvajes que atraviesan el cielo
en realidad, Donglai
no está tan lejos como otros paraísos
PEQUEÑA MONTAÑA DOBLE
PEQUEÑA MONTAÑA DOBLE
la primavera ha llegado al Palacio Changmen
y las hierbas reverdecen
los ciruelos de la orilla se han abierto
pero no todos por igual
como si de las nubes esmeralda hubieran caido aquí y allá
polvos blancos de jade
todavía permanece el sueño de la aurora
y la primavera asustada
estalla como una copa de cristal
pero ya las sombras de las flores se internan en Palacio
y una luna pálida desde lejos traspasa los estores
¡qué bello este crepúsculo!
y sin embargo, Príncipe del Este,
dos años perdidos…
pero tú vuelve otra vez
y así podremos gozar de esta hermosa primavera
LAMENTO DEL PRÍNCIPE
LAMENTO DEL PRÍNCIPE
sobre el lago
el viento empuja las olas
hasta el fin del horizonte ya ha terminado el otoño:
raras son las flores
y escasos sus perfumes
sobre las aguas amorosas
se refleja el color de las montañas
¡y es tanta la belleza
que no puede describirse!
los frutos del loto ya han madurado y sus hojas se marchitan
un nuevo rocío baña
los helechos y arbustos de la orilla
dormidas en la arena
las gaviotas y las garzas
ni siquiera giran la cabeza
parece que lamentan también tu temprana partida
LLEVANDO INCIENSO
LLEVANDO INCIENSO
en lo profundo de la hierba cantan los grillos
sorprendiéndose las hojas de las esterculias
caen
ahora
tanto en el cielo como en la tierra
una inmensa melancolía
nube sobre el peldaño luna sobre la tierra
y todas las puertas cerradas
incluso en esas barcas de ensueño que vienen y van
nunca podríamos reencontrarnos
el Puente de Estrellas urdido por las picazas
sólo se ve una vez al año
—pienso en el dolor inextinguible del adiós—
el Boyero y la Hilandera
¿no están lejos el uno del otro?
entonces
¿por qué el cielo se aclara?
¿por qué de súbito llueve?
¿por qué este golpe de viento?
LAVAR LA ARENA DEL ARROYO
LAVAR LA ARENA DEL ARROYO
su rostro
como una flor de loto
se abre en una sonrisa
el pato de jade del pebetero, su aroma,
vuela hasta su mejilla también perfumada
mirada de olas que,
apenas se turban,
traslucen sus pensamientos
de perfil
con un gesto profundo lleno de gracia y de encanto
ella escribe sobre un papel el secreto de su corazón:
«cuando la luz de la luna desvie la sombra de todas las flores
amor mío,
regresa»
INMORTAL FRENTE AL RÍO
INMORTAL FRENTE AL RÍO
jardín profundo, profundo profundísimo
¡cuánta profundidad!
nubes en las ventanas bruma en los pabellones
la primavera se atarda
¿para quién la tristeza
de mi marchito perfume?
ayer noche
tuve un bello y nítido sueño:
las ramas que dan al sur tienen que haber florecido
pétalos dejada
finos tallos de sándalo
pesar que nunca acaba
ojalá
la flauta deje de sonar
en el pabellón del sur
densos perfumes aparecen
y se agotan sin que nadie los perciba
viento oscuro lento el sol
«no vengas
hasta que los albaricoques no hayan florecido»
CONFIAR EL SECRETO DE MI CORAZÓN
CONFIAR EL SECRETO DE MI CORAZÓN
al llegar la noche
un poco embriagada
tardé en quitarme los aderezos de mi peinado
la flor del ciruelo se había marchitado
en mis desordenados cabellos
el sopor del vino
traspasaba mi sueño de primavera
ese sueño que se alejaba para no regresar
silencio de los hombres dormidos
lentitud de la luna que se pierde tras la cortina de color esmeralda
entre mis dedos
enrollaba pétalos marchitos
asi se desprendían
sus últimos perfumes
así
se alargaba un poco más
el tiempo
UNA RAMA DE CIRUELO
UNA RAMA DE CIRUELO
el aroma de los lotos rojos se desvanece
verde alfombra de otoño
me desabrocho el fino vestido de seda
sola
subo a la pequeña barca
¿quién me enviará entre las nubes preciosos mensajes de amor?
quizá, volando de regreso,
las ocas salvajes
dibujen palabras en el cielo
la claridad de la luna envuelve al Pabellón del Oeste
las flores se marchitan
pero las aguas fluyen como siempre
igual que nuestro amor
dos lugares distintos:
una misma tristeza
que quisiera detener pero no puedo
lágrimas que desde mis ojos caen desde mi corazón ascienden
POEMAS DE LA VEJEZ Y DE LA MUERTE
MARIPOSA ENAMORADA DE SU FLOR
en esta noche eterna
¡cuán larga es la angustia,
cuán poco el placer!
inútilmente sueño
con la ciudad de Chang’an;
reconozco aquél camino
y anuncio
los hermosos colores de esta primavera
cómo las flores y la luna se iluminan mutuamente
desperdigados están las copas y los platos:
el vino era excelente, las ciruelas ácidas —justo como más me gustan—
ya un poco marcada
no debería retocar con flores mi peinado
«flores, no os riáis de mí,
lamentad más bien que las primaveras
como los hombres
envejecen»
MARIPOSA ENAMORADA DE SU FLOR
MARIPOSA ENAMORADA DE SU FLOR
con esta tibia lluvia
y una cálida brisa
el hielo comienza a resquebrajarse
en las hojas de los sauces en las flores del ciruelo
palpita ya
el corazón de la primavera
pero ¿con quién compartir la emoción de la poesía
y del vino?
las lágrimas estropean mi maquillaje
el broche de mi pelo está casi caído
y mi cabeza, inclinada sobre la almohada,
aplasta un pequeño Fénix dorado
que se adorna en mi horquilla
sola abrazo contra mi pecho
una densa melancolía sé
que ya no habrá más sueños felices la noche avanza
y yo
sin saber qué hacer
recorto la mecha quemada de las candelas
PRIMAVERA EN WULING
PRIMAVERA EN WULING
viento detenido polvo
perfume de las flores últimas
se hace tarde en la noche
estoy tan cansada
que no quiero ni cepillarme el pelo
las cosas permanecen los hombres no
todo en su final se acaba
quisiera hablar
pero mis lágrimas se precipitan
dicen que en Shuangxi
la primavera es aún hermosa
podría navegar allí en una barca ligera
pero quizá ésta sea tan pequeña tan frágil
que no pueda soportar el peso de toda mi tristeza
INMORTAL FRENTE AL RÍO
INMORTAL FRENTE AL RÍO
jardín profundo, profundo profundísimo,
¡cuánta profundidad!
nubes en las ventanas bruma en los pabellones
cerrados
cada vez se distinguen más nítidas las ramas de los sauces
las flores del ciruelo
la primavera ha vuelto a los árboles Moling pero yo envejezco en la ciudad de Jiankang
sintiendo a la luna, cantando a la brisa ¡tantos y tantos recuerdos!
y yo ahora
envejezco sin haber terminado
¡quién se apiadará de mí, de tanta tristeza y soledad!
porque yo ya no tengo ganas siquiera de encender las lámparas
ni aquél maravilloso deseo
de andar sobre la nieve
LLEVANDO INCIENSO
LLEVANDO INCIENSO
bajo el cielo del otoño gira el sentimiento
entristeciéndose veo la flor de oro
pronto será el nueve de septiembre
me he puesto un vestido nuevo y apropiado y acabo de beber un vino delicioso
de vez en cuando golpea el viento la lluvia cae
el frío azota ya es crepúsculo en mi jardín
y yo en mi desconsuelo y en mi pena tras la borrachera
me despierto: el pasado me revuelve las entrañas
icómo atravesar esta eterna noche!
la luna ilumina el vacío de mi cama
oigo a lo lejos las piedras que baten la ropa,
el canto menudo de los grillos
y la clepsidra sonando largamente
RECOGIDA DE MORAS, AUMENTADO’
RECOGIDA DE MORAS, AUMENTADO’
frente a la ventana ¿quién plantó esa esterculia?
su sombra invade todo el patio su sombra invade todo el patio
sus hojas se despliegan o se encogen
como si tuvieran sentimientos
con el corazón herido oigo sobre la almohada,
la lluvia de esta tercera noche
gota a gota
y sin cesar, cae
gota a gota
sin cesar, cae…
tristeza de estar tan sola
no quiero levantarme para escucharla más
ALEGRÍA CLARA Y TRANQUILA
ALEGRÍA CLARA Y TRANQUILA
cada año
en la época de la nieve
y con una flor de ciruelo en el pelo
a menudo bebo hasta la embriaguez
deshojo las flores una a una
aunque no me complace por entero
ya que consigo únicamente empapar de lágrimas mi vestido
este año
me he perdido en algún lugar del horizonte
la tristeza encanece mis cabellos
y por la noche escudriño por dónde viene el viento
¡ya me resulta tan difícil
ver las hermosas flores del ciruelo
abiertas!
TONOS LENTOS
TONOS LENTOS
busco
busco y busco
pero sólo frío y soledad
sólo frío
trísteza y aflicción
incluso un sol templado, repentino, haría más difícil mi consuelo
tres o cuatro copas de este vino
¿qué pueden contra una larga noche, contra el furioso viento que se acerca?
ahora que pasan los gansos salvajes me duele más mi corazón
y es que somos, ellos y yo,
viejos conocidos de antaño
sobre la tierra se amontonan los crisantemos tristes
ya marchitos y ajados
¿es que nadie ha querido recogerlos?
vigilo la tarde en mi ventana yo sola
¿cómo podré resistir la oscuridad?
además, de los árboles, una lluvia fina va cayendo
gota a gota
hasta el anochecer
¿tantas cosas…, tantas, caben en una sola palabra:
tristeza?
ORGULLO DE LOS PESCADORES
ORGULLO DE LOS PESCADORES
al final dcl cielo
nubes
oleadas sucesivas
y una bruma que amanece
ríos de estrellas giran entre mil velos flotantes
y como en un sueño mi alma regresa al paraíso
oigo palabras celestiales
que me preguntan dulcemente
de dónde vengo
y yo contesto:
«mi camino ha sido largo
y ya voy hacia el crepúsculo
estudié poesía
pero sólo algunos de mis versos
han quedado en la memoria de los hombres>
con el altísimo viento
el pájaro Peng ascendió
POEMAS TRADUCIDOS POR GUOJIAN CHEN
LAS FLORES DE LOTO ROJAS SE MARCHITAN
SEGÚN LA MELODÍA YIJIANME
Ci
Las flores de lotos rojas de marchitan
se deja sentir el otoño en la esterilla.
Desabrochada mi fina capa de seda
subo sola a la barca perfumada.
¿Quién, desde las nubes, me envía
estos mensajes de amor?
Las ocas salvajes, de regreso,
trazan ideogramas en el cielo.
El pabellón occidental
se inunda de la luz lunar.
Las flores caen sin remedio,
y el agua corre, como siempre, sin cesar.
Una misma pasión amorosa,
pero dos lugares de tristeza y añoranza.
Son sentimientos que no puedo refrenar.
Las lágrimas caen de mis ojos
Y llegan a mi alma para desbordarla.
UN CUARTETO
En este mundo hemos de sobresalir entre los humanos,
y en el más allá ser héroes entre los manes.
Mirad cómo veneran la memoria del rey Xiang Yu:
Derrotado, se negó a huir y luchó hasta el último momento.
EN MEMORIA DE MI DIFUNTO ESPOSO
Quince años ha, bajo la luna,
me dedicaste tu poema, improvisado entre flores.
Ahora, de nuevo estoy aquí.
Las flores parecen las de antes,
y la luna es siempre la misma.
Mas ¡qué distinto es lo que siento!
SEGÚN LA MELODÍA SHENGSHENGMA N
Ci
Buscando y buscando,
sin saber lo que quiero.
Sola, muy sola.
Triste, tristísima.
Es una estación a veces templada,
y otras veces fría.
¡Qué difícil aguantarla!
Unas cuantas copas de vino suave
ya no bastarán para resistir
el furioso viento crepuscular.
Han pasado las ocas,
mensajeras de amor,
hiriéndome el corazón:
Creo haberlas reconocido.
Pétalos de crisantemos,
mustios, cubren todo el patio.
Y, ¿quién quiere recogerlos?
Sola, junto a la ventana,
me es interminable el día.
En el ocaso empieza
una llovizna fina.
Gotas y gotas golpean
las hojas de los árboles.
¿Podrá la palabra «tristeza»
expresar este estado de ánimo?
PRIMAVERAEN WULING
Ci
El viento se ha calmado.
En polvo la fragancia
de los últimos pétalos caídos.
Ha llegado la noche.
Me cansa hasta peinarme.
Las cosas siguen como antes,
pero él ya no está.
Todo se ha acabado.
Quisiera decir algo,
mas las lágrimas se me precipitan.
Dicen que es primavera todavía
en el arroyo Shuan Xi.
Pienso pasear por allí
en una barca ligera.
Pero ¿no se hundiría
con tantas tristezas mías?
NEBLINA FINA
SEGÚN LA MELODIA
EBRIEDADA LA SOMBRA DELASFLORES
Ci
Neblina fina. Nubes espesas.
Melancolía infinita.
Han terminado los inciensos
en los trípodes esculpidos
de animalitos dorados.
Ha llegado la Fiesta
del Nueve de Septiembre.
De noche, el frío atraviesa
las cortinas y penetra en la estera
y la almohada de jade.
A la caída de la tarde,
bebo sola en el jardín.
La fragancia llena mi vestimenta.
Cuando sopla el duro viento
y alza la cortina de mi ventana,
verán que estoy más delgada
que un mustio pétalo de crisantemo.
SEGÚN LA MELODÍA COMO EN SUEÑOS
II
Ci
Anoche se desató una gran tormenta.
Esta mañana, embriagada todavía,
me apresuro a preguntar
a la moza que descorre la cortina.
Me contesta indiferente
que las begonias siguen allí,
y que nada ha cambiado.
— ¿Seguro? ¿Seguro?
Temo que se haya engrosado lo verde
y enflaquecido lo rojo.
FLORES DEL PERAL
SEGÚN LA MELODÍA HUANXJSHA
Ci
Estrecha alcoba.
Amplia ventana.
Primavera lasciva.
Bajo mis dobles cortinas
todavía no levantadas,
sombras y sombras.
Junto a la balaustrada del pabellón,
callada, acaricio mi laúd,
adornado de jade.
Nubes lejanas despiden
al sol crepuscular,
que se marcha deprisa.
Vientecillo y lluvia fina.
Oh flores del peral,
¡qué frágiles os veo!
¿Los podréis aguantar?
FIESTA DE LOS MANJARES FRÍOS
SEGÚN LA MELODÍA HUANXISHA
Ci
Fiesta de los manjares fríos.
Brisas embriagadoras
de la espléndida primavera.
Humo agonizante del aloe se alza
del pebetero de jade.
Roto el sueño sobre la almohada
entre horquillas de oro dispersas.
Los petreles aún no han vuelto.
Jugamos, como en todas estas fiestas,
a buscar las flores más bellas.
Marchitos todos los ciruelos de la orilla.
Los sauces llenan de amentos el aire.
Se humedece el columpio
con la llovizna del crepúsculo.
EL PLÁTANO SEGÚN LA MELODÍA RECOGIENDO MORAS
Ci
¿Quién habrá plantado este plátano
delante de mi ventana?
Su sombra cubre todo el patio.
Sus hojas, a veces cerradas,
y otras veces abiertas,
evocan las emociones de un alma.
A medianoche empieza una llovizna.
Me sorprende triste,
bajo las almohadas.
Cae gota a gota, sin pausa.
No puedo conciliar el sueño.
Molesta y angustiada,
me levanto a escucharla.
S E G Ú N L A M E L O D Í A Y UJIA AO
Ci
El cielo se une con las altas olas,
envueltas en brumas y nieblas.
El Río de Estrellas se va esfumando,
mientras bailan centenares de velas.
En mi sueño vuelvo a la Morada de los Dioses.
Me preguntan unas cariñosas voces:
—¿Á qué mansión se va a dirigir?
Les contesto que mi camino es muy largo,
que el crepúsculo está a punto de llegar,
y que para nada sirvo aquí en la Tierra,
aunque compusiera los más bellos versos.
Ahora los rochos están tomando el vuelo.
Oh viento, ¡no ceses de soplar!
¡Llévame con mi velero
a las Montañas de la Inmortalidad!
SEGÚN LAMELODÍAZHEGUTIAN Ci
El sol, frígido, callado,
ha escalado a la ventana cerrada.
¡Cóm o deben odiar los árboles
a la escarcha que les cayó anoche!
He bebido más de lo que debía
y tomo un té bien amargo.
Me he despertado, roto el sueño.
Pero me encanta la fragancia
que me llega hasta la cabeza.
Aunque se acabó el otoño,
los días son todavía muy largos:
Al no poder regresar a mi tierra,
el tiempo se me vuelve frío y triste.
¿Por qué no me conformo con mi copa,
refugiada en el deleitante néctar?
¿Por qué no disfruto de la belleza
de los crisantemos que hay en redor,
antes de que se marchiten?
LLUVIA TIBIA
Según la melodía diellanhua
Ci
Lluvia tibia. Viento suave.
Roto el cristal del hielo.
Las hojas de los sauces
parecen ojos llenos de ternura,
y las flores de ciruelos,
mejillas rosadas de muchachas.
Mi corazón en primavera.
Mi copa y mis emociones poéticas,
¿con quién las puedo compartir?
Las lágrimas se mezclan
con el colorete de mi cara.
Siento pesadas las horquillas.
Me pruebo una blusa nueva,
cosida con hilo dorado
y, melancólica, me hundo entre cojines,
sin saber que se me estropeen
los ornamentos del peinado.
Desconsolada, no puedo ni siquiera
tener un sueño tranquilo.
Noche avanzada, recorto una vez
y otra la mecha de la lámpara.
PRÓXIMO PROGRAMA JUEVES A LAS 22 HS (HORA ESPAÑOLA)