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273. POESÍA MÁS POESÍA: DANTE ALIGHIERI

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BIOGRAFÍA DEL POETA DANTE ALIGHIERI

Dante Alighieri, bautizado Durante di Alighiero Degli Alighieri (Florencia, Italia, 29 de mayo de 1265- Rávena, 14 de septiembre de 1321), fue un poeta y escritor italiano, conocido por escribir la Divina Comedia, una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y una de las cumbres de la literatura universal.

La fecha exacta del nacimiento de Dante es desconocida, aunque generalmente se cree que fue alrededor de 1265. Esto puede deducirse de las alusiones autobiográficas reflejadas en la Vita nuova. ​Dante participó activamente en las luchas políticas de su tiempo, por lo que fue desterrado de su ciudad natal, y fue un activo defensor de la unidad italiana. Escribió varios tratados en latín sobre literatura, política y filosofía. A su pluma se debe el tratado en latín De Monarchia, de 1311, que constituye una exposición detallada de sus ideas políticas, entre las cuales se encuentran la necesidad de la existencia de un Sacro Imperio Romano y la separación de la iglesia y el estado. ​ En 1289 participó en la batalla de Campaldino durante la guerra entre Florencia y Arezzo, y contribuyó así a la victoria de los florentinos.

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Apodado «el Poeta Supremo» (en italiano «il Sommo Poeta»), también se le considera el «padre del idioma italiano» (llamado volgare en aquella época). Su primera biografía fue escrita por Giovanni Boccaccio (1313-1375), en el Trattatello in laude di Dante.

Se desconoce el año de su nacimiento exacto, aunque suele datarse en torno a 1265 en Florencia, tomando en cuenta algunas alusiones autobiográficas en la Vita Nuova y en el Infierno (que se inicia «en medio del camino de nuestra vida»), cuando se sabe por otras de sus obras que, siguiendo una tradición bien conocida, Dante consideraba que la mitad de la vida de un hombre eran los treinta y cinco años, por lo que, si el viaje imaginario se inicia en 1300, debería haber nacido hacia 1265. Algunos versos del Paraíso informan que nació bajo el signo de Géminis, es decir, entre el 21 de mayo y el 21 de junio.

El poeta Dante Alighieri pudo haber sido bautizado con el nombre de «Durante» en el Baptisterio de Florencia, y Dante pudo ser la versión hipocarística de tal nombre. Su familia era de Florencia y su verdadero nombre era Alaghieri, favorable al partido güelfo. Su padre, Alighiero de Bellincione, era un güelfo blanco, ​ pero no sufrió la venganza de los gibelinos, después de su victoria en la batalla de Montaperti. Esta salvación le dio un cierto prestigio a la familia. La madre de Dante era Bella degli Abati y falleció cuando el autor tenía entre cinco y seis años de edad. Poco después, su padre se volvió a casar, esta vez con Lapa di Chiarissimo Cialuffise. Existe controversia en cuanto a esa boda, proponiendo que los dos se hayan unido sin contraer matrimonio, debido a las dificultades levantadas en la época a la boda de viudos. La pareja tuvo dos hijos: Francesco y Tana (Gaetana).

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Mientras estudiaba en su ciudad natal en 1278, fue discípulo de Brunetto Lattini, quien hace aparición en Infierno (canto XV), y fue amigo del poeta Guido Cavalcanti. Cuando Dante tenía doce años se comprometió con Gemma, hija de Messer Manetto Donati, con la que se casó en 1291, posiblemente en la Iglesia de Santa Margarita. Los matrimonios negociados a edades tan precoces eran entonces frecuentes y para celebrar estos se realizaba una ceremonia importante, que exigía actos oficiales firmados delante de notario. Dante tuvo varios hijos con Gemma: Jacopo, Pietro y Antonia, y quizá un cuarto (Juan). Antonia se hizo monja con el nombre de Hermana Beatrice.

Muy poco se sabe de la educación de Dante, aunque se presume que se educaba en casa y que estudió poesía Toscana de Guittone de Arezzo y Bonagiunta Orbicciani. En ese momento, la Escuela Siciliana cautivó a Dante. Sus centros de interés lo llevaron a conocer lugares de Provenza y la cultura latina. También se hacía evidente su admiración hacia el poeta Virgilio. Además, estudió la lengua vernácula italiana, el latín(la lengua franca de esa época) y el provenzal, y de hecho insertó algunos versos en este idioma en el Purgatorio. Cabe señalar que en la Edad Media la caída del Imperio Romano de Occidente dejó en Italia una docena de pequeños Estados, de modo que Sicilia estaba alejada cultural y políticamente de la Toscana, como ésta lo estaba de Provenza: las regiones no compartían la misma lengua ni la misma cultura y los medios de comunicación eran difíciles.

Dante y Beatriz 1882 1884 Henry Holiday Galeria de arte Walker - Poesia Online
Dante y Beatriz, 1882-1884, Henry Holiday, Galería de arte Walker.

Cuando tenía nueve años, Dante conoció a la dama florentina Beatriz Pontinari, ​ hija de Folco Portinari, de la cual se enamoró «a primera vista», y al parecer sin siquiera haberse hablado. Él continuó observándola con frecuencia incluso luego de cumplir los dieciocho años; a menudo intercambiaban saludos en la calle, pero nunca llegó a conocerla bien y él mismo con eficacia propuso el ejemplo para el amor cortés, que fue algo sumamente importante para la cultura italiana. En nombre de este amor Dante dio su impronta al Dolce stil nuovo que posteriormente influenció a escritores y poetas a descubrir el tema del «Amor», que nunca antes había sido tan acentuado. El amor por Beatriz, al parecer, era la razón de su poesía y de su vida, junto con sus pasiones políticas. Cuando Beatriz murió en 1290, Dante trató de encontrar un refugio en la literatura, más específicamente en la latina. Entonces se dedicó a estudios filosóficos en escuelas religiosas como Santa María Novella. Esta pasión «excesiva» por la filosofía fue criticada más tarde por el personaje de Beatriz en el Purgatorio, el segundo canto de la Divina Comedia.

Dante, como muchos florentinos de aquella época, estuvo involucrado en el conflicto de los güelfos y gibelinos. Luchó en la batalla de Campaldino, que ocurrió el 11 de junio de 1289, con los Caballeros Florentinos Güelfos contra los Gibelinos de Arezzo, y luego en 1294 estuvo entre los caballeros que escoltaron a Carlos Martell de Anjou Sicilia, nieto de  Carlos I de Sicilia, mientras este se encontraba en Florencia. En junio de 1290 se sitúa la fecha de la presunta muerte de Beatriz, a los veinticuatro años de edad.

Más adelante en su carrera política, se hizo doctor y farmacéutico. Se propuso no ejercer estas profesiones, pero una ley emitida en 1295 «el efecto de las reglas de Giano del Bella» requirió que la nobleza que pretendía ocupar cargos públicos debían alistarse en uno de los gremios de Corporazioni di Arti e Mestieri, entonces Dante obtuvo una rápida admisión en el gremio de los boticarios. La profesión que escogió no era completamente inútil para él: vendía sus libros en las tiendas de los boticarios. Como político, logró un poco de importancia.

Después de derrotar a los Gibelinos, los Güelfos se dividieron en dos facciones: Güelfos Blancos (Guelfi Bianchi), el partido de Dante, liderados por Vieri dei Cerchi, y los Güelfos Negros (Guelfi Neri), conducidos por Corso Donati. Los «colores» fueron escogidos cuando Vieri dei Cerchi dio su protección a la familia Grandi en Pistoia, y aquella zona fue llamada La parte bianca («La parte blanca»); Corso Donati por consiguiente había protegido al rival (Parte negra), y estos colores se hicieron los colores distintivos de los partidos en Florencia. Dante fue miembro del Consejo Especial del Pueblo entre 1295 y 1296 y posteriormente formó parte del consejo que elegía a los priores. De 1296 a 1297 fue miembro del Consejo de los Ciento. En el año 1300 fue designado como embajador en San Gimignano. También en 1300 Dante fue elegido como uno de los seis magistrados más altos en la ciudad de Florencia.

Museo Baptisterio de San Juan. El poeta Dante Alighieri fue bautizado en este lugar - Poesia Online
Detalle de Infierno: Mosaico que representa el Juicio Final por Coppo di Marcovaldo, Museo Baptisterio de San Juan. El poeta Dante Alighieri fue bautizado en este lugar.

La situación política en Florencia no era fácil, porque el papa Bonifacio VIII planificaba una ocupación militar de la ciudad, y esto dificultó su labor como funcionario político. En 1301, Carlos de Valois, hermano del rey Felipe IV de Francia, visitó Florencia porque el papa lo había designado pacificador de Toscana. Pero el gobierno de la ciudad ya había reaccionado negativamente a la llegada de los embajadores del papa algunas semanas antes, buscando así la independencia de las influencias papales.

Para resolver el problema, Dante fue designado como embajador y jefe de una delegación para proponer un tratado de paz, pero al llegar a Roma fue retenido por el papa Bonifacio VIII que pretendía tomar Florencia, para que, de acuerdo con los güelfos negros, la ciudad se anexara a los Estados Pontifícios. Corso Donati, jefe de los güelfos negros, desató una persecución en contra de los güelfos blancos, después de que el pontífice tomara la ciudad por la fuerza en 1301.

Bonifacio VIII pidió a la delegación volver a Florencia y obligó a Dante a permanecer en la ciudad. Al mismo tiempo, el 1 de noviembre de 1301, Carlos de Valois entró en Florencia con los Güelfos negros, quienes en los seis días posteriores destruyeron todo y mataron a la mayor parte de sus enemigos. Después del nombramiento de Cante dei Gabrielli da Gubbio como podestà (es decir, el alcalde) de Florencia (9 de noviembre de 1301), Dante fue condenado por él a exilio durante dos años, y a pagar una gran suma de dinero (sentencia de 27 de enero de 1302). El poeta no podía pagar su multa y finalmente fue condenado a exilio perpetuo (10 de marzo de 1302) al igual que otros 600 güelfos blancos, partidarios de la independencia, y le fue negada toda participación política. El podestà declaró que si alguna vez Dante fuera atrapado por soldados florentinos, sería inmediatamente ejecutado. Gemma, la esposa de Dante, permaneció en Florencia con el fin de evitar la total confiscación de los bienes conyugales.

El paraiso 1588 Tintoretto Museo Thyssen Bornemisza - Poesia Online
El paraíso, 1588, Tintoretto, Museo Thyssen-Bornemisza.

El poeta participó en varias tentativas de los güelfos blancos para recuperar el poder que habían perdido, pero fallaron, entre otras cosas, debido a traiciones. Dante, disgustado por el trato que recibió de las manos de sus enemigos, también se molestó por las luchas internas y la ineficacia de sus aliados, y de hecho votó por hacer un partido de uno. Llegado a este punto comenzó a bosquejar las ideas para la Divina comedia.

Fue a Verona como invitado de Bartolomeo Della Scala, entonces se trasladó a Sarzana (Liguria), y después de esto, como se supone, vivió un tiempo en la ciudad de Lucca, en donde pasó una época tranquila con Madame Gentucca (más tarde y, como señal de gratitud, fue mencionada en el Purgatorio, XXIV, 37).

En 1310 Enrique VII de Luxemburgo, Rey de los Romanos, invadió Italia; Dante vio en él la ocasión de la venganza, así que le escribió varias cartas (y a otros príncipes italianos) en las que le incitaba a destruir violentamente a los güelfos negros. Mezclando la religión y preocupaciones privadas, invocó la peor cólera de Dios contra su ciudad, sugiriendo varios blancos particulares que coincidían con sus enemigos personales.

En Florencia, Baldo d’Aguglione perdonó a la mayor parte de güelfos blancos del exilio, y les permitió volver; sin embargo, Dante había sobrepasado los límites en sus violentas cartas a Enrique VII, y por ello no fue perdonado. En 1310, Enrique VII, emperador de Alemania, fue coronado en Milán como rey de Italia. En 1312, Enrique VII asaltó Florencia y derrotó a los güelfos negros, pero no hay ninguna prueba de que Dante estuviese implicado. Unos dicen que rechazó participar en el asalto sobre su ciudad; los otros sugieren que su nombre se había hecho desagradable para los güelfos blancos y también que cualquier rastro de su paso por la ciudad habría sido borrado cuidadosamente. Dante intentó entrevistarse con Enrique VII y aunque no pretendía deber su regreso al ejército alemán, sí quería ver una Florencia libre de la codicia pontificia. Los deseos de Dante cambiaron cuando se enteró de que Enrique VII había fallecido envenenado y con él cualquier esperanza para que Dante volviera a ver Florencia otra vez. Así que regresó a Verona, donde Cangrande della Scala le permitió vivir con cierta seguridad, por lo visto, en una cantidad justa de prosperidad. Cangrande fue admitido al Paraísode Dante.

En 1315 Florencia fue forzada por Uguccione della Faggiuola, el oficial militar que controlaba la ciudad, a conceder una amnistía a los exiliados. Dante estaba en la lista de ciudadanos perdonados. Pero Florencia requirió que, aparte del pago de una suma de dinero, estos ciudadanos estuvieran de acuerdo con ser tratados como delincuentes en una ceremonia religiosa y someterse a un consejo público en el que se les reconocería como delincuentes públicos. Dante rechazó este vergonzoso requerimiento y prefirió permanecer en el exilio.

Cuando Uguccione finalmente derrotó a Florencia, la pena de muerte de Dante se convirtió en el confinamiento, con la condición única de que volviera a Florencia a jurar que nunca iba a entrar a la ciudad otra vez. Confirmaron su condena a muerte y la ampliaron a sus hijos. Mucho tiempo esperó Dante ser invitado a volver a Florencia en términos honorables. Para él, el exilio era casi una forma de muerte porque le despojaba de la mayor parte de su identidad. Desde luego, nunca regresó. El príncipe Guido Novello da Polenta lo invitó a Rávena en 1318 y él aceptó. Terminó el Paraíso, y finalmente murió en 1321, a los cincuenta y seis años, quizás por la malaria, cuando regresaba a Rávena de una misión diplomática en Venecia. Dante fue enterrado en la iglesia de San Pier Maggiore, llamada más tarde San Francisco de Asís. Bernardo Bembo, pretor de Venecia, mostró preocupación en 1483 por sus restos y organizó su traslado a una mejor tumba.

Finalmente, Florencia lamentó el exilio de Dante. En 1829, se construyó una tumba para él en Florencia en la basílica de Santa Cruz. Esa tumba ha estado siempre vacía y el cuerpo de Dante permanece en su tumba en Rávena. En la parte frontal de su tumba en Florencia se lee «Honrad al más alto poeta».

Las cuatro obras más importantes son La Vita nuova (‘Vida nueva’) es la primera obra conocida de Dante Alighieri; escrita entre 1292 y 1293, poco después de la muerte de su amada Beatriz, De vulgari eloquentia (‘Acerca del habla popular’), Il Convivio (‘Convivio’) fue escrito entre 1303 y 1309 en prosa toscana, después de la Vita nuova y su obra más conocida e influyente: la Divina comedia.

La Divina Comedia es una epopeya alegórica  en tercetos encadenados escrita entre 1304 y su muerte, considerada como una de las obras maestras de la literatura italiana y mundial. ​ Numerosos pintores de todos los tiempos crearon ilustraciones sobre ella, destacándose entre ellos Boticelli, Gustave Doré y Dalí. Dante la escribió en el dialecto toscano, matriz del italiano, que se utilizó entre los siglos XI y XII. La obra se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso.

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Dante, por Domenico di Michelino

Cada una de sus partes está dividida en treinta y tres cantos, a su vez compuestos de tercetos. La composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres (número que simboliza trinidad sagrada: Padre, Hijo y Espíritu Santo, así como también el número tres simboliza el equilibrio y la estabilidad en algunas culturas, y que también tiene relación con el triángulo y la perfección): hay tres personajes principales, Dante, que personifica al hombre; Beatriz, que personifica a la fe; y Virgilio, que personifica a la razón. ​ Además, cada estrofa tiene tres versos y cada una de las tres partes cuenta con treinta y tres cantos. ​ El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico. En este poema, Dante hace gala de un gran poder de síntesis, algo característico de los grandes poetas.

Dante, modestamente, tituló Comedia a la obra pues, de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia, ya que su final era feliz. El libro suele presentarse actualmente con un gran cuerpo de notas que ayudan a entender quiénes eran los personajes mencionados. Estos comentarios incluyen interpretaciones de las alegorías o significados místicos que contendría el texto, que otros prefieren leer como un relato literal. Esta tendencia se acentuó en el siglo XX entre los exégetas y críticos de la Divina comedia, muchos de los cuales sostienen que Dante narró una historia en el mundo material de ultratumba tal como se lo concebía en su tiempo.

Mascara mortuoria de Dante - Poesia Online
Máscara mortuoria de Dante

Numerosos artistas de todos los tiempos crearon ilustraciones sobre Dante y sus obras, destacándose Botticelli, Gustave Doré, Dalí , Miguel Ángel, el inglés William Blake, el italiano Gioacchino Antonio Rossini y el alemán Robert Schumann, entre otros. La escultura conocida como El Pensador de Rodin fue bautizada originariamente por Rodin como Dante pensando en las puertas del infierno, aunque es conocida popularmente como El Pensador. La iconografía de Las puertas del infierno, también obra de Rodin, está basada en la Divina comedia y en los poemas de Charles Baudelaire de su obra Las flores del mal, tratando de realizar una gran alegoría del amor y la condena. También Rodin presenta la influencia del Dante en su obra El beso (Le baiser), en un principio llamada Francesca de Rimini, por uno de los personajes del Infierno de Dante, enamorada del hermano de su marido, quien les descubrió y asesinó.

El Palacio Barolo ubicado en Argentina (Buenos Aires), cuenta con numerosas referencias arquitectónicas a la Divina comedia. Motivado por la admiración que profesaba por Dante Alighieri, el arquitecto María Palanti diseñó el edificio como un Danteum, es decir, una construcción que sigue alegóricamente el ordenamiento de la obra máxima de Dante. Por esa razón, tiene tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo, cuyo faro representa al Empíreo, el punto más alto del Cielo, la luz divina, la presencia misma de Dios donde se reúnen las almas bienaventuradas.

Francesca da Rimini nellInferno dantesco 1810 Nicola Monti Galeria Uffizi - Poesia Online

Francesca da Rimini nell’Inferno dantesco, 1810, Nicola Monti, Galería Uffizi.La estructura tiene 100 metros hasta la punta del faro, mismo número de cantos del poema. El edificio se divide en dos cuerpos, con 11 oficinas por bloque en cada uno de los niveles; 22 son los pisos, al igual que las estrofas de los versos de la Divina comedia. El plan del edificio y su distribución se hicieron sobre la base de la sección áurea y el número de oro, proporciones y medidas de origen sagrado.
El cráter lunar Dante lleva este nombre en su honor.

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EL INFIERNO.

Poetas influidos por Dante: Leon Felipe. Auschwitz.

Auschwitz

«A todos los judíos del mundo,
mis amigos, mis hermanos»
Estos poetas infernales,
Dante, Blake, Rimbaud
que hablen más bajo…
que toquen más bajo…
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín…
¡Oh, el gran virtuoso!
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
y sus endecasílabos perfectos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres…
Y solo.
¡Solo!
aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante… tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, «gran cicerone»)
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue una aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa… otra cosa…
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú… no tienes imaginación,
Acuérdate que en tu «Infierno»
no hay un niño siquiera…
Y ese que ves ahí…
está solo
¡Solo! Sin cicerone…
esperando que se abran las puertas de un infierno que tú, ¡pobre florentino!,
no pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa… ¿cómo te diré?
¡Mira! Éste es un lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos
los violines del mundo.
¿Me habéis entendido poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud…
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo! ¡Chist!
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista…
y he tocado en el infierno muchas veces…
Pero ahora, aquí…
rompo mi violín… y me callo.
León Felipe
De: ¡Oh, este viejo y roto violín! – 1965

Recogido en: León Felipe – Poesías completas

 

SELECCIÓN DE POEMAS DE DANTE ALIGHIERI

DEL LIBRO LA DIVINA COMEDIA: Infierno, purgatorio y paraíso.
Un fragmento de la primera parte: El infierno.

CANTO PRIMERO
PROEMIO GENERAL
EL EXTRAVIO, LA FALSA VIA Y EL GUIA SEGURO

La selva oscura. El poeta se extravia en ella en medio de la noche. Al
amanacer sale a un valle y llega al pie de un monte iluminado por
el sol. Se atraviesan en su camino tres animales simbólicos. Retrocede
y se le aparece la sombra de Virgilio, que lo conforta, y le
ofrece llevarlo al linde del paraíso al través del infierno y del purgatorio.
Los dos poetas prosiguen su camino.

En medio del camino de la vida,
errante me encontré por selva oscura,
en que la recta vía era perdida.
¡Ay, que decir lo que era, es cosa dura,
esta selva salvaje, áspera y fuerte,
que en la mente renueva la pavura!
i Tan amarga es, que es poco más la muerte!
Mas al tratar del bien que allí encontrara,
otras cosas diré que vi por suerte.
No podría explicar como allí entrara,
tan soñoliento estaba en el instante
en que el cierto camino abandonara.
Llegué al pie de un collado dominante,
donde aquel valle lóbrego termina,
de pavores el pecho zozobrante;
miré hacia arriba, y vi ya la colina
vestida con los rayos del planeta,
que por doquier a todos encamina.
Entonces, la pavura un poco quieta,
del corazón el lago, serenado,
pasó la angustia de la noche inquieta.
Y como quien, con hálito afanado
sale fuera del piélago a la riba,
y vuelve atrás la vista, aun azorado;
así mi alma también, aun fugitiva,
volvió a mirar el temeroso paso
del que nunca salió persona viva.
Cuando hube reposado el cuerpo laso,
volví a seguir por la región desierta,
el pie más firme siempre en más retraso.
Y aquí, al comienzo de subida incierta,
una móvil pantera hacia mí vino,
que de piel maculosa era cubierta;
como no se apartase del camino
y continuar la marcha me impedía,
a veces hube de tornar sin tino.
Era la hora en que apuntaba el día,
el sol subía al par de las estrellas,
como el divino amor, en armonía
movió al nacer estas creaciones bellas;
y hacíanme esperar suerte propicia,
de la pantera las pintadas huellas,
la hora y dulce estación con su caricia:
cuando un león que apareció violento,
trocó en pavor esta feliz primicia.
Venía en contra el animal, hambriento,
rabioso, alta la testa, y parecía,
hacer temblar el aire con su aliento.
Y una loba asomó; que se diría,
de apetitos repleta en su flacura,
que hace a muchos vivir en agonía.
De sus ardientes ojos la bravura,
de tal modo turbó mi alma afligida,
que perdí la esperanza de la altura.
Y como aquel que gana de seguida,
se regocija, y al perder desmaya,
y queda con la mente entristecida,
así la bestia, me tenía a raya,
y poco a poco, en contra, repelía
hacia la parte donde el sol se calla.
Mientras que al hondo valle descendía,
me encontré con un ser tan silencioso,
que mudo en su silencio parecía.
Al divisarle en el desierto umbroso,
«¡Miserere de mí! clamé afligido,
«hombre seas o espectro vagaroso.»
Y respondió: «Hombre no soy: lo he sido;
Mantua mi patria fué, y Lombardía
la tierra de mis padres. Fui nacido,
«Sub Julio, aunque lo fuera en tardo día,
y a Roma vi, bajo del buen Augusto,
en tiempo de los dioses de falsía.
«Poeta fui; canté aquel héroe justo,
hijo de Anquises, que de Troya vino,
cuando el soberbio Ilion quedó combusto.
«¿Mas tú, por qué tornar al mal camino,
y no subes al monte refulgente,
principio y fin del goce peregrino?»
«¡Tú eres Virgilio, la perenne fuente
que expande el gran raudal de su oratoria!»
le interrumpí con ruborosa frente,
«¡Oh! de poetas, luminar y gloria,
¡válgame el largo estudio y grande afecto
que consagré a tu libro, y tu memoria!
«• Oh mi autor y maestro predilecto!
de tí aprendí tan sólo el bello estilo,
que tanto honor ha dado a mi intelecto.
«Esa bestia me espanta, y yo vacilo:
¡de ella defiéndeme, sabio famoso,
que hace latir mis venas, intranquilo!»
Al verme tan turbado y tan lloroso,
«Te conviene tomar», dijo, «otra vía,
para salir de sitio tan fragoso.
«La bestia que tu marcha contraría,
no permite pasar por su apretura
sino al que se le rinde en agonía.
«Es tan maligna, empero su magrura,
que de apetitos y de cebo henchida,
hambrea más cuanto es mayor su hartura.
«Con muchos animales hace vida,
y muchos más serán, hasta que encuentre
al Lebrel que la inmole dolorida.
«Este no vivirá de tierra y güeltre,
sino de amor, virtud, sabiduría,
y su nación, será entre Peltre y Feltre.
«El salvará la humilde Italia, un día,
por quien murió Camila y Eurialo,
y Niso y Turno, heridos en porfía;
«perseguirá do quier sin intervalo
esa bestia feroz, hasta el infierno,
que de la envidia fué el enjendro malo.
«Mejor que tú, por tí pienso y discierno;
sigue, seré tu guía en la partida,
hasta llevarte a otro lugar eterno.
«Oirás allí la grita dolorida,
y verás los espíritus dolientes,
que claman por perder segunda vida.
«Después verás, en llamas siempre ardientes
vivir contentos, llenos de esperanza,
los que suspensos sufren penitentes,
«porque esperan gozar la bienandanza;
y si quieres subir, alma más digna,
te llevará a celeste lontananza;
«pues el Emperador que allá domina,
porque desconocí su ley eterna,
me veda acceso a su ciudad divina.
«El universo desde allí gobierna:
ese es su trono y elevado asiento:
¡Feliz el que a sus plantas se prosterna!»
«Poeta», dije, en suplicante acento:
«por el dios que te fue desconocido,
sálvame de este mal y de otro evento.
«Llévame donde tú me has ofrecido,
de san Pedro a la puerta luminosa,
al través de ese mundo dolorido.»
Marchó y seguí su planta cautelosa.

 

Obras profundamente influidas por Dante (Borges, Poema conjetural)

POEMA CONJETURAL

El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22 de setiembre de 1829
por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir:
Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí… Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.

PURGATORIO
CANTO VIGESIMOQUINTO
SUBIDA AL ARO SÉTIMO
TEORÍA DE LA GENERACIÓN, INFUSIÓN DEL ALMA
EN EL CUERPO,
ALMA Y CUERPO AÉREOS DESPUÉS DE LA MUERTE
ARO SÉTIMO: LUJURIA
EJEMPLOS DE CASTIDAD

Suben los tres poetas por la vía que conduce al sétimo círculo. Dante
pregunta a Virgilio cómo pueden enflaquecerse los espíritus. Virgilio
pide a Estacio que le responda, y éste explica la generación
del cuerpo humano, la infusión del alma en él por su propia virtud,
y el modo de existir de ella después de la muerte. Llegados
los poetas al linde del sétimo círculo, lo Hallan todo cubierto de
llamas. En medio ven moverse a los lujuriosos que cantan, alabando
ejemplos de castidad.
Forzoso era subir: que el meridiano
cedía el sol a Tauro, y traspasaba
la noche opuesta al Escorpión lejano.
Por lo que, como nada nos fijaba,
cual sucede al que sigue a la ventura,
necesidad los pasos impulsaba. e
Y entramos del peñón por la abertura,
uno a uno trepando por su escala,
que a quien sube, separa su estrechura.
Cual pichón de cigüeña mueve el ala
cuando intenta volar, y dentro al nido
en vanos aleteos se desala,
tal sentía, apagado y encendido
el anhelo de hablar, que se suspende
antes de articular algún sonido;
mas, dijo el dulce padre: «Habla, y desprende
la flecha que la lengua te sofoca
y el arco de tu labio firme tiende.»
Y entonces con firmeza abrí la boca:
«¿Cómo puede un espíritu ser magro,
donde alimento al alma no provoca?»
«Si recordases bien, cómo Meleagro
se consumió, mientras ardió una brasa,»
respondió, «no hallarías que es milagro.
«Y si pensases, que el espejo traza
la imagen, y acompaña al movimiento,
comprenderás lo que a las almas pasa.
«Mejor responderá a tu pensamiento,
Estacio, a quien le pido y a quien ruego,
cure de tu razón el sufrimiento.»
«Si la eterna venganza le desplego
ante tí,» dijo Estacio al dulce guía
«es porque a tu deseo no me niego.»
Y continuó: «Si la palabra mía,
hijo, escuchas y guardas cual se debe,
tu mente alumbrará como lo ansia.
«La purísima sangre, que no bebe
de la vena la sed, sustancia es sana,
que de la mesa queda en el relieve
«Va al corazón, y a la criatura humana
le da su forma, en miembro al transformarse,
por la corriente que en la vena mana:
«Más pura sabe aun, (donde el callarse
es mejor que nombrarlo, y en seguida
en vaso natural va a derramarse):
«Una sangre a otra sangre allí reunida,
la más activa a la pasiva entona,
de su nativa fuente resurgida;
«y al mismo tiempo con vigor reacciona,
coagulada primero, que se aviva
por gestación que la materia abona.
«Su virtud se convierte en alma activa,
como una planta, un tanto diferente,
porque una, en vía está, la otra está viva.
«Y obra de suerte, que mover se siente
como pulpo marino, y organiza
la potencia que lleva en su simiente:
«Se contrae, se dilata, y finaliza
del corazón la fuerza generante,
por la virtud que al cuerpo fecundiza.
«Mas, como el animal se hace pensante,
aun no lo puedes ver, porque es un punto,
que a los más sabios deja vacilante,
«Pues según su doctrina, no hay conjunto,
entre el alma y armónico intelecto,
por no ver a la mente órgano adjunto.
«Abre tu mente al de verdad concepto,
y sabe que en el feto, aunque latente,
del cerebro el poder, es ya perfecto.
«Ya el Gran Móvil, contempla complaciente,
tanto prodigio natural, e inspira
un espíritu nuevo y eficiente,
«que vida activa en su sustancia aspira;
y forma un alma sola, que consciente,
se mueve y vive, y en sí mismo gira.
«Y a fin que mi palabra entre en tu mente,
mira el calor del sol que se hace vino
con la savia de viña floreciente.
«Y cuando de Laquesis, con el lino
la carne se consume, virtualmente
lleva en sí con lo humano lo divino.
«Entre mudas potencias, solamente
inteligencia, voluntad, memoria,
obran activas más agudamente.
«Sin parar, por virtud divinatoria,
el alma llega a la una o la otra riba,
y conoce su senda promisoria;
«Y en el lugar que Dios le circunscriba,
potencia formativa irradia en torno
cual sucedía con la carne viva.
«Cual aire cuando llueve, que en contorno
otros rayos de luz en sí refleja,
de variado color, que son su adorno,
«así el aire a que pasa, la asemeja
a la forma en que estaba modelada,
reflejando el despojo que atrás deja.
«Y luego, como viva llamarada
que del fuego acompaña el movimiento,
en espíritu se halla transformada.
«Sombra se Dama desde aquel momento,
y en esta nueva forma que asumimos,
se organiza de nuevo el sentimiento.
«Y por eso aquí hablamos y reímos,
y lloramos, suspiros exhalando,
que oyes en este mundo en que vivimos,
«Y según las pasiones van obrando,
placer o afán, las sombras los figura,
y es esto lo que admiras contemplando.»
En el lugar de la última tortura
estábamos, y vueltos a la diestra,
nuestra atención otro cuidado apura.
En la roca, una llama se nos muestra,
que corre cual ballesta disparada,
y que un viento, del borde la secuestra.
Por evitar la ardiente llamarada,
uno a uno seguimos por la vía;
yo, temiendo caer en la hondonada.
«En este sitio», dijo el sabio guía,
«a la vista se debe poner freno,
pues por poco, extraviarse uno podría.»
Y Sunimoe Deiis clementim, desde el seno
del incendio, las almas van cantando;
y por mirarlas, mi temor refreno.
vi sombras por las llamas circulando:
sus pasos y los míos observaba,
la vista entre unos y otros alternando.
Y un himno entre .aquel fuego resonaba,
el Virum non cognosco, ora elevado,
que luego en voz más baja comenzaba.
Y al fin: «Diana en el bosque se ha quedado
a Calisto arrojando por impura,
que el veneno de Venus ha probado.»
Después, cantaban a la esposa pura,
y a los castos maridos, arreglados
a la ley que virtud les asegura.
Y pienso que así irán estos penados
por el tiempo que Dios los martiriza,
conviniendo esta cura a sus pecados.
en que el fuego sus llagas cicatriza.

Poemas influidos por Dante: Miguel Oscar Menassa.
El verdadero viaje:
EL VERDADERO VIAJE

¡Cuidado! ¡Cuidado!
estamos a punto de naufragar.
Os habéis creído,
que en trasatlántico poderoso navegábamos
y sin embargo os digo:
mi vida
es una pequeña balsa enamorada.
Veo surgir entre las sombras
una luz que nadie apagará.
Formada de versos y perfumes
como vientos insondables
como una catarata de carne
abandonada
que por fin
encuentra su reinado.
Reinado de nubes
de antiguas fragancias
y de fragancias inconcebibles.
Pequeñas balsas enamoradas
siempre a punto de naufragar.
Por ahora
toda pasión será remar
hasta alcanzar el poema
en ese movimiento.
Remad hasta quedar sin fuerzas y, ahí,
comprenderéis el motivo de mi pasión.
Iremos por los más bellos ríos
y con el tiempo
nos animaremos a los grandes océanos
a la belleza de las borrascas en el mar
y siempre iremos temerosos de desaparecer,
pequeños, en esa inmensidad que nos rodea.
Saber nadar o ser grandiosos
no servirá de nada
para llegar
tendremos que mantener
la balsa a flote
y nosotros mantenernos
encima de la balsa.
Eso
todo el misterio.
Un día la balsa se partirá
en mil fragmentos
y cada uno
tendrá que aprender
a sostenerse en pequeños maderos.
Si es posible el poema es posible la vida.
Remad
agonizad remando
hasta sentir que solo
es imposible.
Quedad sin fuerzas.
Mirad cómo otros reman
y yo mismo remo
con las manos
ensangrentadas por el esfuerzo
sin descansar
hasta encontrar en ese movimiento
el poema.
Y cada uno tendrá su pequeña balsa
enamorada.
Dueño de su vida y de su muerte
puede tenderse en la balsa
para siempre
no remar más
y dejar que las aguas
lo lleven por doquier.
Y algún otro remando
desesperadamente
al verlo
escribirá un poema.
Remar en cualquier dirección tampoco sirve.
La tierra que promete
la poesía
siempre es la misma.
Se llega o no se llega.
Ella necesita reyes
centauros
sólo se deja sembrar
por revolucionarios y fanáticos
por hombres que en su tierra
construyen su casa y su familia
sus grandes ilusiones.
El que repita lo hecho jamás la encontrará.
Remad
para llegar a esa tierra
como nadie ha remado
y os serán ofrecidos
a vuestra llegada
manjares que no fueron
ofrecidos a nadie.
Y en las noches de desilusión
cuando nada es posible
en esa oscuridad
pedid a los mayores
que os cuenten
de los grandes navegantes
sus antiguas hazañas
en pequeños barquitos de papel.
Cada trecho recorrido
tendrá sus peligros.
Nada será fácil para el poeta.
Vendrá el amor y habrá que enamorarse
hasta sentir que la carne
temblando es un poema.
Y así llegará
la inolvidable noche
donde por un instante
esa pasión será la poesía.
Frente a la duda no dejar de remar.
Tomar en nuestros brazos,
fortalecidos como garras
por la crueldad del ejercicio,
a la persona amada
y seguir remando
si es necesario con los dientes.
Con el tiempo ella, también,
hará ejercicio con nosotros.
Después de a dos, de a tres,
de a todos,
rota la inmensidad de lo único
vendrá la muerte.
y no valdrá ninguna valentía
porque ella se jacta
de haber matado
a todos los valientes
en el primer encuentro.
Y tampoco valdrá ninguna cobardía
porque ella mata todo lo que huye.
Para encontrarse con la muerte
se necesita
haber aprendido algo del amor:
Ni huir. Ni arremeter contra nada.
Aprender a conversar tranquilamente
eso enseña el amor.
Cuando ella se acerque
y venga por nosotros
con su mirada inmensa
como ella misma es inmensa,
dejarla acercar
hasta que escuche
nuestra respiración
entrecortada por el encuentro.
Y ella enternecida
como es su costumbre
nos tenderá la mano
para que acompañemos
a vuestra majestad
al inmutable
reino del silencio.
Ahí
cuando entregarse
es lo más fácil
mirarla
en los ojos
la inmensidad
que le pertenece
y decirle entre dientes:
Amada muerte
mi enamorada
escribiré tu nombre
en todas las paredes
besaré
sin temor tus labios
como nunca
ningún hombre lo ha hecho
y te amaré verás
entre la sangre,
en las grandes catástrofes
y también te amaré
cuando un blanco capullo
reine en tu corazón.
La gran emoción
que recorre su manto negro
por encontrarse en un poema
hace de la muerte una mujer.
Ella también terminará remando
tranquilamente hasta la orilla
y compartirá mi pan y mis amores
y volará por las noches
para cobijar en su seno,
a los que ya dejaron de remar
y volverá
para encontrarse conmigo
y contarme sus hazañas.
Como si cada vez
fuera la primera
volveré a respirar
como respiran los atletas
y por haberlo aprendido de ella
la miraré enternecido y le diré:
Mi muerte enamorada
y ella
será feliz.
Después hay que seguir remando.
Ya nos preguntarán
y nosotros diremos:
hemos estado con el amor
y hemos estado, también,
con la muerte.
Al principio no nos creerán
dirán que para el hombre
es imposible.
Nos pedirán pruebas,
nosotros les mostraremos
como si fuera el cielo
algunos poemas
y conseguiremos con ese gesto
que llegue hasta nosotros
el tiempo de la burla.
Grandes embarcaciones que nada buscan
porque creen tener
pasarán una y otra vez a nuestro lado
tratando de hundir con sus juegos
nuestra pequeña balsa enamorada.
Nos llamarán
desde sus lujosas embarcaciones,
con los nombres.
con los que se nombran los desperdicios.
Poetas. Locos. Asesinos.
Y en la algarabía estúpida de sus juegos
todo será posible.
Nos tirarán algunas piedras
y se dirán
nada los ofende y enfurecidos.
nos gritarán:
Pelead ¡cobardes! defendeos.
Y después de mil veces y otras mil
con los ojos desorbitados
por el cansancio
y también por la sorpresa de ver
nuestra pequeña balsa enamorada
siguiendo su camino
y nosotros, tranquilamente,
sobre ella remando.
Después de haber atravesado
ilesos el camino de la burla
vendrá os aseguro
el tiempo del oro.
Aburridos de sus propias risas
querrán jugar a nuestro juego.
¿Cuánto cuesta esa madera
a punto de pudrirse
que usáis de embarcación?
y ¿cuánto vuestra vida?
¿Cuánto esas viejas cartas
de navegación
y cuánto esos poemas?
Cuestan, señor,
lo que le cuesta a un hombre,
dejar de pertenecerse
y entregarse al poema.
¿Cuánto dinero cuesta eso?
Todo y ninguno
tal vez su propia vida.
¿Cuánto dinero cuesta
mi vida entonces?
Todo y ninguno.
Su vida son palabras
como todas las vidas
y eso, tengo entendido,
vale nada.
Y ¿cuánto dinero cuesta pensar así?
Todo y ninguno.
Más bien hay que sumergirse
remar y no esperar nada.
Eso cuesta.
Sumergirse y no esperar nada
en las tinieblas,
hacia otra oscuridad mayor
el poema.
Una vez enamorados
el amor y la muerte
y rechazados el oro
y la burla por impuros
vendrá y de ninguna parte
porque ella
vivió siempre en nosotros
la locura.
El peor de todos los estrechos.
Surge imprevista,
por ser ley de su destino
la sorpresa
y no viene por ninguna pelea
porque trae el deseo
de trabar amistad con el poeta.
Y cuando llega
nos dice entre susurros
que su mundo
y el mundo de la poesía
son el mismo mundo.
Frente a la duda hay que seguir remando.
Informe se deja moldear
por nuestras palabras
y al tiempo ella también
tiene su grandeza.
Yo soy del amor, nos dice,
ese desenfreno
y la pasión
eterna de la muerte.
Tengo por costumbre
despreciar el oro
y sin embargo
las ansias por matar
que generan sus leyes
están intoxicadas de locura.
Ahí, ella y la poesía se parecen.
A instantes de juntarse
en nuestra mirada,
como si fuesen una sola cosa
la poesía, vieja loba de mar,
rema un trecho con nosotros
para mostrarnos
que la locura desde que llegó
permanece en el mismo rincón
de la pequeña balsa,
sin remar
recordando todo el tiempo
su pasado.
Contentos
de haber comprendido
la diferencia
encerramos a la locura
en un poema
y seguimos remando
hasta que un día
convencidos de su torpeza
para la navegación
se la entregamos
al amor ya la muerte
para que la locura
aprenda a volar.

 

CANTO TRÍGESIMOTERCERO
EMPÍREO
DIOS; ANGELES Y BEATOS
LA SANTA ORACIÓN; INTERCESIÓN DE MARÍA; VISION DE
LA DIVINIDAD ; LA ULTIMA SALUD

Plegaria de san Bernardo a la virgen parafraseando la Salve, para
que acuerde a Dante la gracia de contemplar la visita de Dios, y
sacar saludables lecciones de lo que había visto. El poeta siente que
la potencia del rayo visual aumenta en él, y su vista, al penetrar
en la eterna luz, percibe un triple circulo, los tres colores simbólicos
del misterio de la trinidad. En el círculo central, ve la efigie humana, pero sin poder comprender cómo se combina la naturaleza mortal con la divina. Un súbito y nuevo resplandor de la gracia, le hace comprender lo que no podría por si ni repetir a los mortales, armonizándose la voluntad humana con la divina.
«¡Virgen y madre, la hija de tu hijo,
alta y humilde como no hay criatura,
del acuerdo eterna término fijo!
«Tú ennobleciste la humanal natura,
tanto, que en su grandeza el Hacedor,
no desdeñó encarnar su propia hechura.
«Se reanimó en tu vientre el santo amor,
y a su calor, en paz eternamente,
ha germinado esta divina flor.
«Tú eres la meridiana refulgente
de caridad aquí, y allá en el suelo
de esperanza mortal la viva fuente.
«Señora/es tan valioso tu consuelo,
que quien pide merced, si a tí no corre,
es cual volar sin alas, vano anhelo.
«No sólo tu bondad pía socorre
a quien demanda; a veces generosa,
al que no pide con amor acorre.
«En ti misericordia y luz piadosa;
en ti magnificencia; en ti se aduna
cuanto hay en la criatura bondadosa.
«Ora este ser, que de ínfima laguna,
la vida espiritual ha recorrido,
por sus gradas subiendo, una por una,
«ruega, le sea en gracia concedido,
poder mirar con ojo levantado,
a la final salud, fortalecido.
«Y yo, que en contemplarte te he abrazado,
pido por él, con voto más ferviente,
que no en vano su gracia haya implorado;
«y disipes las nubes de la mente
de su mortalidad, y esplendorosa
pueda ver la ventura claramente.
«También te ruego, ¡Reina poderosa!
quieras que guarde sus afectos sanos,
después de una visión tan portentosa;
«¡Y le guardes de caer cual los humanos!
Mira a Beatriz, con todos los electos,
que a par de mi suplican con las manos.»
Y los ojos que a Dios son tan dilectos,
fijos en el que oraba, demostraron,
que acogía en sus preces, sus afectos;
y hacia la eterna luz se enderezaron;
que ojos mortales, según creen y creo,
nunca tan claramente penetraron.
Y yo, que el fin de mis anhelos veo,
tan próximo de mí, como debía,
apago en mí las llamas del deseo.
Bernardo me apuntaba, y sonreía,
porque mirase arriba, pero ya era
yo por mí mismo, lo que en mí quería;
pues mi vista, más fija y más sincera,
más y más se extendía penetrante
en la alta luz eterna y verdadera.
Vi con mayor poder más adelante,
lo que a la lengua y a la vista excede,
y postra la memoria vacilante.
Como al que ve entre sueños, le sucede,
que en pos del sueño, la impresión pasada
queda en la mente, sin que más le quede;
tal estoy, cuando casi disipada
la visión, todavía me destila
dulzura al corazón de ella emanada.
Así la nieve al sol se desigila,
así el viento se lleva en hojas leves
las sentencias que lanza la Sybila.
¡Oh, suma luz, que en las alturas mueves
los mortales conceptos, da a mi mente
un poco del poder con que me eleves!
¡Y haz que mi lengua sea tan potente,
que al menos una chispa de tu gloria
pueda dejar a la futura gente;
que al retornar un tanto en mi memoria,
y hacer mi verso un poco resonante,
acrezca en su concepto tu victoria!
Pienso, que de aquel rayo penetrante
la viva luz me habría desmarrido,
a no apartar los ojos al instante;
mas recuerdo, que fui más atrevido,
al encarar de cerca el gran aspecto
del supremo Valer indefinido.
¡Gracia abundante, que como a un electo,
me ha permitido ver la luz eterna,
hasta perder mi vista por completo!
En su profundo ser, vi cual se interna,
en un volumen por amor atado,
cuanto el vasto universo descuaderna;
sustancia y accidente, combinado
todo de modo tal, que forma un todo,
de que es vislumbre lo por mí narrado.
¡La forma universal, su nudo y modo,
pienso que vi, porque en contentos largos,
esto al decir, aun gozo sobre todo!
Un instante me trajo más letargos,
que veinte y cinco siglos de la empresa,
en que Neptuno vio la sombra de Argos.
Así la mente, llena de sorpresa,
mirando inmóvil, con fijeza atenta,
cuanto más mira ardiente, se embelesa.
Y de tal modo aquella luz me alienta,
que dejarla de ver por otro aspecto,
no hay humano poder que lo consienta;
por cuanto el bien, que es del querer objeto,
se encierra en ella; y fuera de su llama,
es defectuoso lo que allí es perfecto.
Ora que su presencia no me inflama,
es mi recuerdo como el de un infante
que se baña la lengua en lo que mama.
No que variase el único semblante
de aquella viva luz que contemplaba,
que es siempre igual como la vi delante,
sino porque mi vista se esforzaba,
haciendo ver en sólo una apariencia
lo que en mí y no en ella se mudaba.
En la profunda y trasparente esencia
de la alta luz, tres cercos percibía,
de tres colores, de una continencia.
Uno de otro, el reflejo parecía,
como dos iris, y el tercero un foco
del fuego que en los dos resplandecía.
No alcanza mi palabra a lo que evoco,
para pintar las celestiales llamas,
¡y es tanto, que no basta decir poco!
¡Oh luz eterna, que en tu luz te inflamas,
que te comprendes, y de ti entendida
al entenderte te sonríes y amas!
Aquella irradiación de ti nacida,
que parecía en ti, luz reflejada,
por mis ojos fue un tanto percibida.
Dentro de sí, con su color pintada,
me pareció mirar nuestra figura,
reconcentrando en ella la mirada.
Como afanoso geómetra procura,
sin hallar el principio que le mueva,
del círculo encontrar la cuadratura;
así me hallaba ante visión tan nueva,
queriendo comprender cual se adunaba
el cerco con la imagen, que en sí lleva.
Con mis alas, tan alto no volaba,
cuando repercutir sentí en la mente,
un fulgor que su anhelo condensaba:
ya mi alta fantasía fue impotente;
mas cual rueda que gira por sus huellas,
el mío y su querer movió igualmente,
el amor que al sol mueve y las estrellas.

 

Poetas influencuiados por Dante. Thomas Stern Elliot. Fragmento de Tierra Yerma.
I. EL ENTIERRO DE LOS MUERTOS

Abril es el mes más cruel: engendra
Lilas de la tierra muerta, mezcla
Memoria y deseo, con lluvia de primavera
Sacude raíces soñolientas.
Calor nos dio el invierno, cubriendo
La tierra con el olvido de la nieve, nutriendo
Una pequeña vida con tubérculos secos.
En el Starnbergersee nos sorprendió el verano
Con un aguacero; nos detuvimos en la columnata
Y bajo el sol seguimos hacia el Hofgarten
Y tomamos café y hablamos durante una hora.
Bin gar keine Russin, stamm‛ aus Litauen, echt
deutsch.
Cuando niños, parando en casa de mi primo
El archiduque, él me paseó en trineo
Y tuve miedo. Marie, me dijo,
Marie, cógete fuerte, y nos deslizamos.
La libertad se siente en las montañas.
Leo gran parte de la noche, y en el invierno voy al sur.
¿Cuáles raíces aprietan, qué ramas crecen
En estos pedregales? Hijo de hombre
No puedes decirlo, adivinarlo; tú sólo conoces
Una pila de imágenes rotas, donde el sol bate,
El árbol muerto no cobija, el grillo no consuela
Y la piedra seca no da sonido de agua. Sólo
Hay sombra bajo esta roca roja
(Ven bajo la sombra de esta roca roja),
Y yo te mostraré algo diferente
De tu sombra que a zancadas te sigue en la mañana
O de tu sombra que en la tarde se levanta para verse
contigo.
En un puñado de polvo te mostraré el espanto.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

La Divina Comedia. Dante.
https://materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf5/ts-eliot.1.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Dante_Alighieri
http://www.miguelmenassa.com/libros/poesia/lapoesiayyo.pdf
https://trianarts.com/auschwitz-y-leon-felipe/#sthash.X0T86ttp.dpbs
https://www.poesi.as/jlb0506.htm

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