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BIOGRAFÍA DEL POETA CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO
SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡Dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?
Son versos del padre del poeta, Baldomero Fernández Moreno, uno de los grandes poetas argentinos.
Nos dice Silvana Friera en el diario Página 12, que César Fernández Moreno es el precursor de una “poesía coloquial de la existencia”.
El poeta existencial es un “deslenguado” que practica el uso irónico de un lenguaje representativo del habla argentina: conversa y escribe, convencido de que los poetas son palabreros y que las palabras están en el mundo antes de ingresar al poema. Aunque César Fernández Moreno (1919-1985) perteneció a la llamada Generación del 40 -sus primeros poemas están más vinculados con la poesía neorromántica-, con Argentino hasta la muerte, libro que vendió 7.000 ejemplares (un verdadero bet seller para el género) y se convirtió en un clásico de la literatura argentina, reeditado por Ediciones del Dock con prólogo de su hija, la escritora Inés Fernández Moreno, comienza el camino del encuentro de su propia voz, a través de un parricidio interior con la figura de su padre, Baldomero: “a cada paso que doy se me caen setenta balcones/ ustedes dirán acabala con el viejo”.
El atrevimiento de César, precursor de una “poesía coloquial de la existencia”, es por partida doble: le habla a los lectores mientras intenta superar esa especie de clausura del horizonte que implica, muchas veces, ser “el hijo del gran poeta”. En el poema homónimo “Argentino hasta la muerte”, la irreverencia es la marca registrada desde los primeros versos: “a Buenos Aires la fundaron dos veces/ a mí me fundaron dieciséis/ ustedes han visto cuántos tatarabuelos tiene uno/ yo acuso siete españoles seis criollos y tres franceses”. La mezcla de europeo y nativo se cristaliza cuando afirma: “tengo entonces dos piernas desparejas/ una pisa el abismo de malones y humo/ otra un muelle reciente sobre el río de barro”.
En el prólogo “Un argentino de vuelta”, Inés Fernández Moreno precisa que la poesía de César, después de Argentino hasta la muerte (publicado como libro en 1963), “se siguió amplificando y enriqueciendo con nuevos viajes, nuevas experiencias” y nuevos libros como Los aeropuertos (1967) y Sentimientos completos (1982), entre otros. “Y fue cerrando su curva con una voz cada vez más incisiva en lo político, fuertemente influida por su ‘segundo nacimiento latinoamericano’, ocurrido en Cuba, donde pasó ocho años como funcionario y representante cultural de la Unesco”, recuerda su hija. La voz de César despliega con naturalidad la unión entre poesía y vida: “al mar hay que decirlo/ el mar es un hecho que el hombre no puede pasar por alto/ hay que volverlo palabras/ hay que hacer del mar un sonido que te salga de la boca/ un dibujo de letras que te parta el corazón/ ahora van a ver qué fácil/ yo les voy a decir/ el mar”.
No hay puntos finales, ni mayúsculas al inicio; la ausencia de signos de puntuación en los poemas podría ser una estrategia que remeda la “espontaneidad” como rasgo propio de lo coloquial. A veces aparecen algunos paréntesis y asteriscos, como cuando al final de “La vida banal”, fechado en 1955, resalta la aparición de una palabra, que hasta entonces no era frecuente encontrar en un poema: “El lector debe seguir repitiendo la palabra ‘manises’ tantas veces como le sea necesario para comprender plenamente que comer manises es una ocupación con dinamismo propio y que solo se detiene en la eternidad”.

Vivió en Argentina hasta 1965, cuando decidió dejar su profesión de abogado para instalarse definitivamente en París, donde murió a los 65 años. Su hija Inés destaca no solo la voz de su padre, sino las cosas que dice, la forma en que las dice, “como si te hablara nomás deslizando, solo por momentos, un discreto énfasis emotivo”. El poema “Las palabras” condensa su perspectiva contraria a la raigambre romántica y la inspiración absoluta, que podría entablar un diálogo con la antipoesía de Nicanor Parra: “el poeta quiso fabricar una llave pero le salió una ganzúa/ ya no sabe qué puertas abrirá pero las abrirá/ admiremos al noble ladrón que solo roba puertas cerradas/ ha aceptado ser un sicario pero de la poesía”.
César Fernández Moreno (n. en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1919 – f. en París el 14 de mayo de 1985) fue un escritor argentino, destacado autor de la llamada “Generación del 40”. Su padre Baldomero Fernández Moreno, fue un importante poeta argentino. Se inició como poeta fuertemente influido por su padre Baldomero. Aunque fue miembro del Colegio Novecentista, se lo ubicó entonces en la “Generación del 40”, de la cual también fue cronista. A partir de Veinte años después, rompió con los cánones formales de la generación neorromántica y se encaminó hacia su propia voz poética, de impronta coloquial y existencial. Argentino hasta la muerte, obra que alcanzó la popularidad consolidó esa etapa y se transformó en su clásico. Fundó la colección de poesía Fontefrida y las revistas literarias Contrapunto, Correspondencia y Zona. Se desempeñó también como crítico de cine de la revista Nosotros, y como colaborador en diversos medios: Diario La Nación, Revista Sur, Primera Plana y Diario Marcha, entre otros.
Ejerció la carrera diplomática, trabajando en la UNESCO en París, en La Habana y como agregado cultural en París (cargo que ejercía al momento de su muerte).

Juan Sasturain, en otro artículo de Página 12, titulado: Lo que es del César, nos dice del poeta:
En estos días se cumplieron veinte años de que César Fernández Moreno muriera en París sin aguacero, sin consuelo, sin Vallejo ya ni Cortázar siquiera. Se fue a los apurados 65 –era del ’19– y cuando estaba una vez más de funcionario, agregado cultural de la embajada argentina, como había sido antes hombre de la Unesco allí mismo, en La Habana y otros lares. El inquieto que escribía de y en aeropuertos se pasó los últimos veinte años de su vida afuera; y sin embargo, pocos poetas tan de acá, alevosamente tan de acá: “argentino hasta la muerte” dijo, citando al barbado y olvidado Guido Spano para la historia.
En la literatura de estas latitudes rioplatenses hay una sola Alfonsina, un solo Macedonio, una sola Marosa, un solo Oliverio, un solo Felisberto, un solo Celedonio, un solo Baldomero y ninguna flor. Sin embargo, a diferencia de otros casos, hay varios Fernández Moreno que viven y han vivido por escrito; primero a la sombra y después a la intemperie de un nombre y apellido doble y largo que vino con chapa de médico en la puerta y con chapa de poeta en la literatura argentina del siglo: el sencillismo paterno fue un yugo nada sencillo de romper. Y si no, que lo digan César, Manrique, Clara, Inés, la fila –probablemente incompleta– de dos generaciones de escritores que han cargado estoica, amable o jodidamente con siete decenas de balcones eternos.
El primero que se hizo cargo del Viejo fue César, el mayor. No le quedaba otra. Como un artesano que comparte primero y luego hereda el taller familiar, fue poeta durante y después de ser y ejercer tanto de hijo como de abogado. Para procesar el amable peso lapidario de Baldomero, el Pequeño César se refugió en la endeble estructura generacional del cuarenta, una promoción que “se salva” por lo que luego harían sus excepciones: Enrique Molina, Wilcock, Girri y él mismo. Después, en una época en que los pibes Murena, Jitrik, Sebreli y los Viñas ejercían el parricidio explícito con Lugones, Martínez Estrada y otros ídolos, él encaró un literal parricidio interior que suponía el entierro con homenaje –Introducción a Fernández Moreno es su primer ensayo largo– y el despegue con propia voz a partir de Argentino hasta la muerte (1954), caído con la contundencia de un ladrillo en el formal charco de la lírica nacional. Este libro y este poema, junto con Al público de Leónidas Lamborghini y Violín y otras cuestiones de Gelman, inmediatamente posteriores, hacen que la poesía argentina –en sus diversos registros– se largue a conversar y a contar cosas.

Desde ahí, César Fernández Moreno comenzó un trabajo de tupida producción poética en un registro en el que no estuvo solo sino bien y mejor acompañado: el grupo Zona de la poesía americana –homenaje a Apollinaire y declaración de pertenencia regional– integra a mediados de los sesenta a César, Brascó, Jitrik, Vanasco y Urondo más invitados que van de Madariaga a Gelman o Casasbellas, homenajes a Girondo, Juanele y Discépolo… Mientras, en diferentes latitudes de América, grandes como Nicanor Parra o Ernesto Cardenal –y tantos otros– elegían el mismo camino de la expresión directa, equívocamente “antipoética”, coloquial. En el caso de César, de los más laxos y jodones entre pares, se impuso contar, transmitir la inmediatez de hechos y sensaciones con medios de uso común que no soslayaran el juego y el humor. Lo que llamó (con perdón) “poesía existencial”, sin el mínimo asomo de solemnidad, mal de tantos y tontos.
Simultáneamente, Fernández Moreno el (siempre) Joven hizo un desprejuiciado y original ejercicio del ensayo. Desde la Introducción a la poesía en FCE a La realidad y los papeles de Aguilar, teorizó e hizo historia sin acartonamientos. Así, leyó el desarrollo de la lírica criolla como la oposición de dos líneas, una “culta” y epigonal y otra popular, más genuina, que reconoce su inicio en Bartolomé Hidalgo, un poeta que –no se priva del chiste– cómo no iba a ser coloquial en su expresión poética si era peluquero… Una muestra ejemplar de su estilo, de su manera de asumir la poesía.
Sentimientos completos tituló sin mentir la antología personal de 400 páginas editada por De la Flor a principios de los ochenta, la última vez que juntó sus poemas: cincuenta años de versos acumulados, revisados, releídos, de la adolescencia formal a la madurez –por suerte– nunca del todo consolidada. Cuando hacia 1999 Jorge Fondebrider reunió en dos tomos la Obra Poética en edición tapa dura de Perfil, recogió hasta lo último, incluso los inéditos. Ahí, entre éstos, aparece un título ejemplar y sintomático: Conversaciones con el Viejo, en que dialogan poema a poema, en páginas enfrentadas, Baldomero y el Hijo. “Qué lejos nos pusieron / yo debería haber nacido contigo y no de ti”, había escrito César en La tierra se ha quedado negra y sola. Juntos en la historia grande de la poesía argentina, entreverados o contiguos en las antologías, el diálogo continúa.
Cubrió la etapa poética de la Generación del 40 como cronista y escritor; como crítico, situó principalmente los núcleos generacionales de la poesía de vanguardia argentina, lo que se documenta en su obra La realidad y los papeles (1967).
Su primer libro, Gallo ciego (1940), contó con un famoso prólogo en verso de su padre, el Romance de Valle Verde también poeta Baldomero Fernández Moreno. A esta época también corresponden (1941), La mano y el seno (1941), El alegre ciprés (1941) y La palma de la mano (1941).
Sin embargo, con la publicación de Veinte años después (1953), César Fernández Moreno dio un giro sustancial, dirigido a un nuevo tipo de poesía, menos preocupada por el brillo formal y abierta a lo que en aquellos años se conoció como poesía conversacional. Esta tendencia tuvo en el mismo Fernández Moreno, en el nicaragüense Ernesto Cardenal y en el uruguayo Mario Benedetti a sus máximos exponentes. En el caso del autor argentino, alcanzó su cumbre expresiva en el año 1963 con la publicación de Argentino hasta la muerte. En 1982, Fernández Moreno publicó Sentimientos completos, que reunía el conjunto de su obra poética hasta esa fecha.
En Anales de literatura hispanoamericana, Mariela Blanco publica un ensayo titulado: César Fernández Moreno: una mirada irreverente sobre lo lírico. En este texto nos dice: “Consideramos que uno de los aspectos de la escritura de César Fernández Moreno que la convierten en un hito insoslayable dentro de la literatura argentina es la concepción de lo poético en ella desplegada. Argentino hasta la muerte, poemario que lo lleva a la fama y que se destaca por el inusitado éxito de público en relación con lo que es esperable para el género, se publicó en 1963. Sin embargo, ya en los volúmenes anteriores puede advertirse el tono humorístico y la mirada desacralizante que caracterizaría toda su obra. En efecto, en este trabajo nos proponemos abordar la irreverencia en el tratamiento de los tópicos tradicionales que redunda en una ampliación de los límites del poema, así como en un cuestionamiento de la especificidad del lenguaje poético. Interesa destacar que muchas de estas operatorias serán retomadas por la vertiente social de los poetas del sesenta.
Fernández Moreno postula tres exigencias que para él singularizan la poesía tradicional, representada por “todos los movimientos líricos de occidente hasta el filo del siglo XX, y que perdurarán, por momentos y sectores, hasta nuestros días” (1962: 31); se trata de la “exigencia estética”, la “exigencia lingüística” y la obediencia a las leyes de ritmo y rima.
Según la “exigencia estética”, el objetivo de la poesía es la belleza, es decir, agradar, lo cual condiciona el lenguaje, su material, que se encuentra de este modo restringido dentro de los límites de lo convencionalmente considerado poético a través de ese proceso de tradición selectiva que sagazmente describiera Raymond Williams. Así, nos enfrentamos a un repertorio de tópicos, así como a una serie de recursos retóricos (metáforas lexicalizadas, giros, entre otros) que conforman un caudal que establece contornos definidos para el poema.
Al respecto, es necesario detenernos en la famosa sección “Beatrices” que integra Argentino hasta la muerte, pues ha alcanzado tal grado de difusión que ha sido traducida al francés y al inglés en el formato de corpus independiente. Está integrada por cinco poemas, encabezados por un epígrafe de Paul Éluard, pues elige como objeto del poema precisamente las mujeres cantadas por este poeta como lugar desde el cual deconstruir la tradición del género; su misma apelación, al llamarlas “mujeres venidas al mundo para ser lenguaje”, ya nos permite atisbar el ataque a la retórica congelada del género, sin olvidar la remisión al modelo del estereotipo literario ideal por excelencia, es decir, la Beatrice de Dante. En este caso, la introducción del erotismo, a través de la exaltación de la carnalidad, tiene como objetivo introducir ese componente vital que se transforma en uno de los emblemas de su poética, lo cual se evidencia a partir del contraste entre las imágenes del amor de papel y del amor en el nivel sensorial.
Retomando las limitaciones que Fernández Moreno encuentra en la poesía lírica y que luego se propone subvertir en su práctica escrituraria, describe el vínculo entre la exigencia musical y la poesía tradicional como una hipóstasis.
Al revisar los motivos históricos que condujeron a esta asociación, el poeta la cuestiona por considerarla una restricción para el lenguaje poético, ampliando, de este modo, el campo denotativo cubierto por el concepto de poesía. No resulta casual que estas reflexiones sean posteriores a la publicación de Sentimientos, poemario en el que ya se advierte un abandono definitivo del apego a los formatos tradicionales que caracterizó su denominada primera etapa, en donde la crítica coincide en señalar la emergencia de una voz propia, despojada de los ecos del lenguaje y las formas estróficas legadas por la influencia omnipresente de su padre, Baldomero Fernández Moreno.
Nos dice el poeta, César Fernández Moreno:
“Ustedes qué harían si vieran descender un plato volador/ correrían a contárselo a todos/ cualquier cosa que ve el poeta le parece un plato volador/ todas lo son.”
SELECCIÓN DE POEMAS DE CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO
ARGENTINO HASTA LA MUERTE
He nacido en Buenos Aires,
¡Qué me importan los desaires
con que me trata la suerte!
Argentino hasta la muerte,
He nacido en Buenos Aires.
Guido y Spano,1895
A Buenos Aires la fundaron dos veces
a mi me fundaron dieciséis
ustedes han visto cuántos tatarabuelos tiene uno
yo acuso siete españoles seis criollos y tres franceses
el partido termina así
combinado hispanoargentino 13 franceses 3
suerte que los franceses en principe son franceses
si no qué haría yo tan español
nací por fín hermanos
en esta dulce amarga picante insípida tierra argentina
nacía en Chascomús en Buenos Aires
nací en tantos lugares casi todos con agua
cuando empezó mi desarrollo se acabó el del país
una hija me nació de cada oreja
fallecí en una playa de Vigo
vuelvo a nacerme cada vez que amo
me naceré en París con lluvia fina
porque yo hermanos igual que Buenos Aires
no estaba aquí me trajeron de Europa
me trajeron por piezas
primero una mitad la otra dos siglos después
tengo entonces dos piernas como desparejas
una pisa el abismo de malones y humo
otra un muelle reciente sobre el río de barro
abierto así en el tiempo camino rengueando
y bueno soy argentino
a mi abuelo más histórico lo mandó Carlos el Hechizado
le ordenó respirar estos aires no aquéllos
porque el tipo según dice mi tío Mario
se apuntaba cierta dama de la corte
contra los mejores derecho de su majestad
excelente medida del buen rey
aquí las ñustas no eran problema
fue así como ese abuelo españolísimo gauchísimo
fundó una dinastía de capitanes de frontera
es decir de terratenientes
es decir de políticos conservadores
doña Agustina la pegó en gran forma
al casarse con un tal Ortiz de Rozas
pero después la casa fue poniéndose fea
las mesas de caoba se fueron enchapando
los picos de gas quedaron abandonados entre los caireles
y sobrevino la era del querosén
entonces es claro muera la caoba maciza
y viva el querosén ese combustible tan distinguido
al final a mamá la arreglaron con quinientas hectáreas
y bueno soy argentino
Napoleón y un ejército de abuelos franceses
quisieron invadir España pobre d´eyo
pero hubo una española que se dejó
invadir ella sí por el mío
produciéndose a la larga una niñita
con quien vino a casarse mi español más reciente
el abuelo de quien desciendo más
el verdadero Baldomero
el que cambió su huerta de Bárcena por una ropería en la avenida de Mayo
y dale al por mayor algo muy simple
comprar a tanto vender a cuánto
el estado gendarme vigilaba sin mucho entusiasmo
este mundo era nuevo qué fácil ponerse las ofrecidas botas
también era fácil arruinarse dejar a la familia entre cachivaches
pero no era tan fácil ser el padre del gran poeta
y sin embargo se le dio
tampoco era fácil ser el hijo del gran poeta
y sin embargo se me dio
El hijo por Baldomero Fernandez
puro por cruza con la Negrita López
ella no se veía
él clausuraba el horizonte
cada paso que doy se me caen encima setenta balcones
ustedes dirán acabala con el viejo
pero cómo dejar de ser overo de tal tigre
disculpen la riqueza
las telas de mi abuelo las recibí en palabras
ahora con mi tesoro voy cruzando la pampa
atravesando las calles desiertas con los bolsillos rebosantes de piedras preciosas
y bueno soy argentino
así engendrado y concebido
me muevo como buzo ágil a distintas alturas de la sociedad
como avión con base bien situada y mucha autonomía de vuelo
tengo suficiente confianza con el boy Julito
pero soy uno más entre los pibes que vivían en los ranchos junto a la laguna
yo les prestaba mi bicicleta importada una vuelta manzana a cada uno
yo no fumaba ni decía malas palabras ni amenazaba con ir al prostíbulo
tampoco iba al catecismo como ellos
yo creía que el padrenuestro no era más que un tango
pero todos barajábamos los mismos cubitos de mármol sobre el dorso de la misma mano
pero todos mordíamos los mismos damascos sobre los mismos techos de cinc
todos éramos iguales ante la ley bajo el farol de la esquina
ese provinciano mediador entre el cielo de oro y la calle de tierra
oscilante a la altura de las hojas más claritas de los plátanos
rodeado por un halo de insectos predispuestos a la muerte rápida
todos éramos iguales iluminados así desde arriba
arrastrando las zapatillas en el colchón de polvo del verano
así soy de todas esas maneras
guerrero campesino comerciante poeta perhaps
español francés indio casi seguro
rico pobre de todas las clases y de ninguna
y bueno soy argentino
ma de qué argentino me estás hablando
qué clase de argentino sos vos que no sos italiano
pa’ser bien argentino tenés que ser semita
momentito momentito que yo soy del Moreno
sí yo simulé educarme en ese colegio nacional
una dos y tres el Moreno otra vez
allí aprendí el eppur de Galileo y la pizza de Tuñín
no es cierto Gennarelli Robiglio
allí me amontoné con esos otros margentinos de perfil asirio o bereber
no es cierto Grosman Paley
y todo era lo mismo todos gritábamos cuando pasaba cualquier mujer
no es cierto Robiglioman Grosmicelli
a todos nos deleitaban la banana split y las memorias de la princesa rusa
todos pusimos un poco de fuerza en aquella piña panamericana de Luis Angel Firpo
pero todos malogramos nuestra chance frente al malvado Billy Petrolle
todos nos quemamos con Carlitos Gardel
pero todos resucitamos con Juan Manuel Fangio
cinco veces campeón mundial el más grande de los argentinos si todas las actividades fueran lo mismo
pero nuestra única religión verdadera era el fútbol
todos rezábamos de memoria aquel rosario de once cuentas
que comenzaba Bosio Bidoglio y Paternóster
y así con unción hasta acabar con el punzante wing izquierdo
y todavía nos disolvemos todos en las tribunas
hoy que el progreso cambió los tablones de madera por el cemento seguro y seguido
donde la multitud que viene tempranito para encontrar sitio entre sí misma
no tiene más remedio que orinar contra sí misma
pero el asunto ya no cae abajo sino que desciende armoniosamente grada por grada y uno ya no se puede
sentar qué macana
y bueno soy argentino
también conozco a fondo los rulemanes de la burocracia
yo manejaba un afilalápices hasta una máquina de calcular fijensé
un ascenso para nosotros era tan emocionante como el galope final de un western
también soy abogado
es la manera más intensa de ser argentino
demandaos los unos a los otros
dos o tres argentinos no son abogados
me refiero a los escribanos
pero nadie está nunca en su despacho
nunca está porque nunca es
cómo ser argentino sin una secretaria
por favor dónde están dónde son los argentinos
el médico está haciendo política
el empleado está haciendo tiempo
el abogado está haciendo versitos ¿no ven?
en rigor nadie tiene profesión
hay tan pocos antecedentes es facilísimo parecer hábil
se puede hacer cualquier cosa con la zurda
y de pronto alguno se da cuenta
rectifico procede a darse cuenta el idioma argentino dice las cosas pero largas
y entonces las murallas se vuelven tabiques de madera terciada
al tipo no le queda de dónde agarrarse salvo de su propia corbata
te avivaste gallo ciego pero no tenés no lenguaje
te la vas a armar Mallarmé
que vachaché Jacques Vaché
what do you think cholito
qué sería de mí sin la máquina de escribir
ella me expresa tan bien sobre todo cuando se equivoca
estoy candaso agodato diré más exhausto
hay de mí cómo se pronuncian algunos actores de cine
vos usté tú ta te ti corazón corazón qué vas a hacerle hacelle bla bla bla
si no sabes ni siquiera sabés quién sos eres
batime che Keiserling
Orteguita pasame el dato
eh bien je suis argentin
observaréis marquéis
que hablo bastante de mis tatarabuelos
de mi educación de mi contorno social de mis angustiosos problemas linguísticos
pero nada digo de mis virtudes y mis vicios pero ñato please
lo ético lleva de cajón a lo político
no les voy a dar el gusto a los rayados ni a los orejanos argentino señor
nosotros somos así vivos esencialmente
en nuestro suelo se acomodan veinte millones de habitantes
preferimos las agachadas a los levantamientos
eso lo decís por mí a que no sos capaz de repetirlo
necesitamos que nos insulten dos veces
entonces casi nos agarramos a cachetazos
necesitamos un amigo que nos separe
pero decile que donde lo encuentre le voy a romper el alma
necesitamos que el azar se pliegue a nuestra venganza
queremos encontrar no buscar
que busquen los foráneos petróleo o lo que sea
pero nos las sabemos rebuscar
lo importante es postergar la responsabilidad
muchachos me estoy trabajando una mina fenómeno
ojalá no venga a la cita
tengo una pila de trabajo atrasado
ojalá decreten feriado el viernes
vos no te preocupés dejalo todo en mis manos
mañana a las siete y diez te tengo listo el asunto sin falta
y después pasamos de la extrema precisión a la extrema vaguedad
vos esperate ya veremos hay tiempo
y cuando ya no hay tiempo cuando el tiempo nos abandona se sacude de nosotros harto ya de ser prometido en vano
entonces venga la gran biaba de trabajo
o mejor la rica improvisación la socarrona payada en una de esas la pegamos por qué no
entonces agradecemos conmovidos los aplausos de nuestra barrita particular
chas gracias chas gracias con las manos juntas más arriba de nuestros parietales
y bueno soy argentino
y bueno ésta es una tierra así
montones de fausto natural de miseria natural
poquitos aborígenes que ya no son problema
puñados de blancos puñados de griese sueltos entre las leguas
o de pronto envasados a presión a la orilla de un río teratológico
pero sueltos también
cada cual solito por la calle Florida
qué sobresalto si alguien nos dirige la palabra en el subte
gracias a dios el tango nos unifica
qué más nos unifica no entiendo esta unidad
algunos ficheros tal vez
el procedimiento es sencillo se toma un mostrador se pone detrás un funcionario
un funcionario es un hombre que fuma
y delante surge espontáneamente una cola
vea señor lo fundamental es llenar el formulario
aquí los papeles son la realidad
ir a los papeles significa ir a la realidad
papeles son papeles flor de ontología
papeles cantan qué poético
mirá que te hago la boleta qué susto
pero después ay se me quemaron los papeles
nuestras cosas empiezan en una corazonada y terminan en un expediente
hay tantos expedientes al final todo parece nada
el portafolio es el verdadero símbolo nacional no el gorro frigio
como Sísifo con su roca cada argentino con su portafolio
por fuera cuero de vaca por dentro expedientes de vacas
cada fín de año en son de júbilo
arrojamos por la ventana las hojitas de nuestros calendarios
entonces se descubre que todas estaban vacías
los trenes argentinos son pura forma
vacíos y radiantes pasan veloces por las estaciones sin parar en ninguna
los edificios públicos tienen enormes pórticos
pero la gente debe entrar por la gatera del ordenanza
enormes escalinatas rampas rampantes
pero se sube por el pastito
aquí las vacunas nunca prenden
los timbres de alarma sólo suenan cuando se descomponen
entonces de todos modos nadie se alarma
la policía solo descubre a los terroristas cuando se les caen las bombas
los teléfonos se cortan solos ni las malas noticias pueden recibirse de un tirón
cuando alguien lleva un libro en la mano es su autor
cuando no es una caja de ravioles
y de pronto salta Macedonio Fernandez zapateando un malambo con Pascualito Perez
pero no me hable de la literatura argentina ni del atletismo nacional
no crean en lo general en el general
crean en lo particular en el particular
crean en algunas firmas no crean en ningún sello aclaratorio
la realidad tiene más de veinticinco renglones por foja
de qué sirve un papel bajo la lluvia
y bueno soy argentino
éste es el revirado canto natal que yo traigo aquí
I’m sorry a usted le molestará sepa que a mi también
pero alguna vez tenemos que acercar la realidad a los papeles
esta bronca me sale de ser argentino
soy gaucho y entiendanló
soy de los de acá de este lugar y no de otro
soy argentino de la mejor y de la peor manera
mejorando las provincias presentes soy porteño
aquí me tienen al pié del obelisco mirando hacia arriba
yéndome de boca sobre el santo cielo
aquí me tienen en este cine aguantando al zanguango que me patea toda la noche el respaldo del asiento
aquí me tienen en esta esquina balanceándome peligrosamente sobre el cordón de la vereda
mientras los autos golosos
buscan la bocacalle como lechones convergentes contra la ubre materna
mientras las casitas de un piso más una balaustrada por si acaso
alternan con los rascacielos de las ensanchadas avenidas
como infantil escritura donde las letras vacilan tambalean
Buenos Aires me tenés en cafúa
yo no puedo vivir sin tu agua en los pulmones
no puedo vivir sin este frío sin este calor
me pongo el saco me saco el saco
me pongo el chaleco el pullover la camisa me los saco me los vuelvo a poner
pero definitivamente me abrigo bien
sobre todo a las tres de la tarde un día de verano en el barrio bancario
no vayan a pensar que éste es un país tropical
qué esperanza mijito nosotros somos muy civilizados tan nórdicos
como el mejor noruego…
…en cuanto a vos patria
sí patria a vos te estoy hablando
a vos ésa que está detrás de la palabra
vos che cielo favorito de los cúmulos cielo alambrado por el arco iris
cielo que día a día me revive con su añagaza de luz
cielo que tarde a tarde me asesta su beso plano
cielo que noche a noche me emborracha
vos che tierra que por ahora te dejás estar abajo mío
tierra de las ciudades afrentada de cloacas embozada de asfalto
tierra de los ejidos turbia de cascotitos y fósforos usados y los restos de un sapo
tierra del campo tierra terráquea mejilla de planeta
che patria que volás entre cielo y tierra como pájaro entre sus dos alas
yo te voy a decir lo que necesitás
necesitás muchos hijos insolentes calaveras
generaciones de hijos desalmados
que te quieran que te odien furiosamente
que te tomen como una curva cerradísima
que te tomen como una copa de cicuta
que te tomen la mano la cintura
yo pongo sobre vos y nada más que sobre vos todo mi cuerpo
a esta luz me dieron a esta luz me doy
y bueno soy argentino.
CONTRA EL TIEMPO
El tiempo me desgarra por sus dos puntas
no acabaré de tragar esta espina
durante la noche consigo desconcertarlo a sueños
pero cada mañana
pletórica de tiempo
viene y sorprende a mi cuerpo
como un intruso entre mis propias sábanas.
Basta tiempo no quiero seguir
qué me has visto para acariciarme así
podrías prescindir de mi fatiga
deshuesarme de vos dejarme vivir como un ángulo
y volver a tu manantial infinito
de todas maneras allá me tendrás.
AL MAR HAY QUE DECIRLO
al mar hay que decirlo
el mar es un hecho que el hombre no puede pasar por alto
hay que volverlo palabras
hay que hacer del mar un sonido que te salga de la boca
un dibujo de letras que te parta el corazón
ahora van a ver qué fácil
yo les voy a decir
el mar
uno va por el camino y de pronto el mar
sale del cielo para abajo
está duro liso cobrizo vertical
uno ve el mar y qué
es algo innecesario rebuscado
un mero color puro
con la tierra y el cielo bastaba para envasar la tarde
pero el camino se derrumba al mar
y el mar te punza la cara se mete en tus sentidos
entonces te das cuenta
lo importante del mar es que viene a la tierra
hay una fuerza que se apoya en el horizonte y se proyecta
hacia aquí
viene y se rompe en la roca
la vertical gira como hélice lo liso se eriza lo cobrizo se irisa
el mar se particulariza se desparrama se deja chupar por la
playa
lo duro se fragmenta en un millón de besitos
aquel mar general resulta ser una cita con vos en la costa
un hecho neto de tu biografía
este momento de tu respiración
entonces no es el mar
yo no decía el mar en tanto rompe sobre la orilla
no decía tu retina ni tu epidermis
qué me importa el mar trepando tu pie
yo preguntaba por el mar por el mar
a ver si le puedo sacar el parecido
parece la pampa pero con alambrados de espuma
una palma de mano que sostiene las nubes
una almohada para la cabeza de dios
el ojo de buey por donde mira dios desde su camarote
el ojo de la tierra
una rueda con cámara de horizonte
la línea de flotación de todos los buques
la tumbadora que golpean los nadadores
el refugio subterráneo de las playas
una bailarina deshecha
el ruido líquido la parte más baja del cielo
o el verdadero cielo y estamos al revés las estrellas se
cayeron arriba
o el verdadero continente y aquí nos ahogamos
si el mar fuera todo eso sería lo que no es
entonces cuál es yo preguntaba por su tejido de adentro
por el mar por el maaar
desde el cielo las olas pierden énfasis
solo configuran la curtida piel del mar
flota un barco al sol como un insecto acuático
la rompiente no grita al abordar la tierra
solo manifiesta su impotencia de seguir mar con una
marginal protesta de espuma
es tan evidente que la forma de la costa depende de la tierra
que el mar es una extensa pero débil objeción del agua a la
tierra
a estas alturas todo se pone demasiado abstracto
el cielo siquiera tiene nubes
el mar solo tiene mar
qué manera de estar esto ya no es el mar
las nubes perfeccionan momento a momento su explosión
silenciosa
solo ellas son humanas están más vírgenes más besables por
arriba
el mar no existiría si las nubes no lo necesitaran para
proyectar su forma
las nubes determinan un cielo de arriba y otro de abajo los
dos con puntitos blancos
el avión elegante vuela gozando el sol
que permanece arriba sin llegar a los hombres
sin embargo las nubes se rasgan se dispersan
y el mar triunfa sigue abajo sin una fisura
pero yo no quería decir ese mar sus componendas con la
tierra y el cielo
con el sol con la sopa de nubes
yo quería decir el mar
no resbalar entre los planos del silencio
cerré los ojos ahí estaban las mismas nubes
entonces volví abajo para mirar el mar desde el mar
puse mi tiempo en agua por el ancho de un océano
el buque habló humo el mar contestó espuma
al mar hay que decirlo yo insistí
queriendo una vez más restablecer a palabras mi equilibrio
con el mundo
ahí estaba esa cosa verde
la miré la volví a mirar la seguí mirando hasta que se me
disolvieron los párpados
pero el mar seguía consistiendo en la exagerada redondez
del horizonte
el paisaje infinito no será para verlo
en vano el hombre se arroja contra él
rebota y vuelve a sus sensaciones orgánicas
a sus dedos amarillos de tabaco a la cutícula irregular de
sus uñas
ya viene la noche a relevarme ya te cubre de sí
mar como si no fueras lo bastante oscuro
a lo lejos la tierra alardea de faros
como si ella fuera tan clara
en vano tus olas se me aplastan contra los oídos y me
cambian el mundo
yo no entiendo lo que querés decirme
¿quién te bate desde adentro quién te emociona hasta
volverte espuma?
¿para qué tanta agua si no podrías ahogar una gaviota?
¿qué te parece la república argentina
te acordás de Mariano Moreno?
pero el mar no responde
la quilla lo hiere lo saja
él opone magia blanca de espuma y recobra su respiración
ondulante
yo no te puedo ver solo la luna nueva te contempla en secreto
igual me lanzo todo el tiempo sobre vos
¿un contenido? ¿la cosa más grande puesta sobre el planeta?
imagínense un vaso lleno de agua
los habitantes de sus bordes vivirían embrujados por ese
líquido
en definitiva la menor gota de niebla la más insinuada
lágrima desembocan en el agua total del mar
cuerpo intermedio penetrable flotable móvil y quieto
su forma conciliadora lo hace hermano del hombre
el mar es una especie de tierra benigna donde no tropiezo
una especie de viento muy fuerte que se ve
al agua la conozco con la boca y el cuerpo
respeta mi perfil mis tejidos más delicados se deja doblar
nos recibimos por entero
mar ya te voy entendiendo
algo como eso pero no tan largo
solo una sirena podría abreviármelo
(llorando entrecortadamente)
ah si yo fuera pez
ameba siquiera
(más esperanzado)
si me ahogara tal vez…
…el texto continuaba
en la próxima estrofa explicaba el mar completo
yo la escribí crispado sobre la proa
pero esa hoja se me voló al mar
1955 [de "Espacio escrito"]
DÉBIL MUJER
Finally I climbed into bed with the
wife and to my utter amazement she
began to cuddle up to me and without
saying a word we locked horns and we
stayed that way until dawn.
Henry Miller./Tropic of Capricorn.
me ataca el mozo servilleta en ristre
lo detengo con palmas verticales
claro voy a esperar
usted ya sabe mozo debo esperarla
mientras tanto pensaré un poco no he pensado en
todo el día
no he mirado la gente a ver a ver
en la mesa vecina un señor con cara de ratón
le dice a otro yo soy muy
después viene un adjetivo sin duda elogioso pero no se oye
débil mujer
maestra en el arte de tardar
otra vez débil con el tiempo
en qué lo ocuparías sino en llegar tarde
de tanto demorar podrías estar muerta
débil mujer débil débil
tan débil que se deshace mes a mes en espontánea
sangre
ídolo sobre torrecillas de cuero
ay con estos tacos no se puede caminar la pollera no
me da
me duelen los brazos de sostener esta cucharada de
sopa
el mal nunca penetra porosamente tus tejidos
rebota en tu debilidad y se clava en los demás
débil mujer cada vez virgen
nunca olvidaré tu pecho magníficamente adornado
querida mía qué herida mía
este señor sigue hablando dice las tres son unas
prostitutas las tres
esta palabra abreviada así en cuatro letras no debería
faltar en la ficha de ninguna mujer
no lo digo por ti pública solamente para mí
qué mujer no lo es por lo menos con relación a un
hombre
qué hombre no es un mujeriego yo también
pero de única mujer y ego me sobra con el mío
nos hemos ensayado recíprocamente durante quince
años
y nada conocemos el uno del otro más allá de
nuestros dientes
nuestra existencia no nos deja ver nuestra esencia
me vendría tan bien que te hubieras muerto
sólo por demorar sin culpa mía
todo el tiempo que me hagas esperar pensaré en otra mujer
me vendría tan bien que no fueras ya rubia
sino esa morena cualquiera que entra de costado
perdón ya sé que para ti no hay morenas las que no
son rubias son negras
para mí las mujeres de cualquier color resultan asombrosas
o no tengo ganas de ninguna o tengo ganas de todas
a las honestas las trato como prostitutas y a las
prostitutas no sé cómo tratarlas
mire mozo no voy a esperar más tráigame lo de siempre
es inútil no bien te dejo sola te devora el camino
qué sería de ti si yo no te defendiera de los escaparates
serías bailarina o comunista
el alma se te marca como una forma más del cuerpo
basta ya de interrogarme sobre cada cosa déjame
ignorar alguna tácitamente
qué ómnibus puedo tomar para ir a lo de betty
dónde quedan islandia y la vesícula
cuál es la cubierta y cuál es la cámara
los asirios son los fenicios
cuál es el último vagón del tren la derecha es acaso
la izquierda
pero qué mujer curiosa cuánto son siete y quince
los números romanos ni las romanas los sabían
yo te pregunto por el silencio
no ves que mi propio centro me atrae con gravedad
irresistible
un trompo sigue bailando a condición de olvidar su
periferia
el matrimonio es una cosa de suboficiales
si quieres venir a ningún lado ven conmigo pero
tendrás que apurarte
ven aunque sea sin pintar basta ya de mover las manos
en torno de tu rostro
aunque sea en chinelas ya no puedo esperarte
mis alternativas han sido siempre te espero arriba o
te espero abajo
pero no siempre te puedo llevar a la rastra
tironeando de tus breteles
no siempre puedo ser locomotora de tal coche cama
no siempre deberías ser aterciopelada cauda
alguna vez podrías ensayar la mano que precipita su
envión para llegar al borde de la piscina
no ves que voy corriendo delante del tiempo
sería fatal que me alcanzara
cada vez que miro al espejo sale la misma cara
me paso las noches interpretando a los gallos
gracias al insomnio siempre le gano al despertador
por eso doy mi golpe en tu sueño mañana a mañana
claro que moriré primero si seguimos así
ya te imagino usualmente viuda entre procuradores
claro que muerto no podría encenderte el velador en
los ojos
claro que los dos muertos qué sueño paralelo la
muerte qué cama camera
yaceríamos juntos hasta la misma hora para siempre
pero todavía me queda tanto que descargar sobre ti
tanto semen tanto aburrimiento tanto vino
tanto amor esa palabra con bigotes esa emulsión
de dulce de leche y ácido sulfúrico
el mundo cierra sobre mí para que yo lo desplome
sobre tu debilidad
otra vez cambiaste de peinado estás monísima yo
cambié de esfenoides
tengo tanto que hablarte nada que decirte
acá te devuelvo esta rebanada de mí vida secreta
vuelco esta confusión y me muerdo esta uña
no sé si me entenderás uso palabras
yo tampoco puedo entender tu lenguaje de vísceras
ni seguir vomitando a la luz de una vela
esta vez el sexo nos separa boqueando
qué matrimonio de conyugicidas
te juro que te juro
ya me sentiste llorar toda la noche derribado en el
centro de tu pecho
he llorado a lo largo de las tres diagonales
también bajo la ducha qué ridícula mezcla de gotas
mozo la cuentita por favor
entonces apruebo qué tierna estaba la carne
pero me quejo del limón tirado sobre la salsa
no se puede exprimir sin ensuciarse los dedos
finalmente mendigo el vuelto
una moneda rueda sobre la mesa
la golpetea como un trompo desesperado
hasta quedar yacente
redonda como la culpa.
DESCRIPCIÓN DE TU PECHO
Vuelvo naturalmente
sobre esa delicada especilaidad de tu ser
sobre ese empuje suave
ese avance blanco y suave
que de oscuros extremos ásperamente suaves se corona
esa única parte de tu cuerpo
que decidida amorosamente
viene de ti hacia mi
destaco otra vez el equilibrio
entre su ímpetu y su inercia
lo convexo y lo cóncavo
sus distintas maneras de empezar
y ese gracioso modo
de ceder a su peso sin olvidar su forma
si te acuestas boca arriba
qué difícil precisar sus límites
y si me abrazas de noche
tus pechos nacen del mio
no son esa caricia inaudita que me viene de afuera
sino invertidos pechos que nacen de mi
como dulces surtidores
brotándome de dos puntos activos
abriéndose luego cálidamente
y perdiéndose en la plenitud de tu cuerpo.
EPICEDIO A UN PARACAIDISTA
no se te abrió la rosa plegadiza
no te salió la espuma
no te nació las alas
no te agarró dios
lo que debió ser un gracioso descenso
hasta posarte danzando en el césped
fue una súbita pasión por el centro de la tierra
una furiosa perpendicular al horizonte
se te perforó el cielo
se te cerró la tierra
un paso se agrandó hasta ocupar todo
y solo te quedaron los movimientos del planeta.
MARCHE UN POEMA AL MOSTRADOR
viejo si me vieras ahora
estoy parado contra el mostrador
mis pantorrillas tensas me soportan
un rato cada una
vos te hubieras sentado en una mesa
tus hombros los hubiera soportado un respaldo
hubieras perdido tu mirada en la vereda de enfrente
qué fabulosa lejanía
yo he venido a quedar un poco más arriba
veo un poco más cerca
alcanzo a leer las letras de la vidriera
al revés.
pero es lo mismo
la misma breve lucha con el paquetito de azúcar
el mismo sabor aceitoso del café suburbano
cambio propina por comentario sobre lluvia inminente
saco mi libretita con disimulo
para escribir este primer poema al mostrador
Pero el patrón me enciende una luz
Solícitamente
y lo escribimos a medias
entre mi mano y su mirada.
VIDA RETIRADA
Sentado en el umbral de mi casa
qué importante la vereda de enfrente
cosas que el hombre construye para disimular la
indiferencia de la tierra
la pared plana como el fin del mundo
los ladrillos ordenados y blanqueados
las ventanas donde asomar la tarde
y arriba unos pastitos que les gustaba el cielo
y el cielo agarando las nubes
y el gato las moscas
y la ropa inmortal secándose en el fondo
donde salta un pollo picoteando el vacío
y la abeja que entra en son de paz
y la muerte libando sin maldad en mi corazón
y el argumento decisivo
la lluvia.
Cambios
Atardecer en Buenos Aires
ya no camino más por la calle Florida
busco las grandes avenidas
donde nunca se encuentra a nadie
ya no puedo encontrarte por la calle
la ciudad ha perdido su corazón secreto
el tiempo su pequeño motor
ella se fue de Buenos Aires
antes tampoco la encontraba nunca
pero siempre estaba por encontrarla
ahora de vez en cuando me preguntan por ella
y yo digo se ha ido
Buenos Aires se mueve sin vos
solo yo la sostengo
yo le quedo de vos
LAS PALABRAS
tienen cuerpo las palabras tocan y son tocadas
son caramelos se las puede lamer chupar mamar
hierven como peces en un estanque tropical
tienen tantas formas como las valvas según las rocas a que se adhieran
pero importa mucho más lo que contiene su nacarado seno
la vida deliciosa frágil del ser que las habita
son transparentes para que resplandezca su contenido
son crisálidas clavos ardiendo
granadas que revientan en la mano si no se arrojan a tiempo
sólo viven para morir
son pilotos suicidas
perecen al tocar su objetivo
la poesía es uno de esos objetivos
uno de los nombres del hombre
su respuesta al canto del gallo
toda expresión equívoca que aclara las cosas
la parte en blanco de los formularios
el himno de libertad de un libre o de un esclavo
un balbuceo muy bien impostado
un abuso del lenguaje
cualquier cosa natural para decir después de hacer el amor
un lenguaje siempre tan intenso como una despedida
el halo que circunda ese lenguaje
cuando se llega al límite sólo hay un modo de hablar
la metáfora decir que una cosa es otra
en el límite todas las cosas son otras
todo es todo la verdad radica en soplos
la poesía la dice no hay otra ciencia exacta
la dice en cierto modo con ciertas palabras
confunde esas palabras las calienta para impedir que la vida
se entumezca en ellas
hace convergir la vida en las palabras
bosques vecinos uniendo sus incendios
el poeta nace se hace se deshace
se rehace renace
es el inspector más general
un contemplativo sin contemplaciones
todas las cosas le interesan por igual pero a algunas les presta
demasiada atención
a otras demasiado poca
es un científico cuya mente funciona sin datos
es un deslenguado
es una cruza de perro y dactilógrafo
para ser poeta basta con saber oler y escribir
su conducta nunca es absurda
nunca sabe en qué recodo encontrará las palabras
siempre está naufragando en la libertad
atravesando de piedra en palabra el río del tiempo
todo el tiempo siente cómo pasa el tiempo
cambia gente por soledad a través de angustia
las estrellas volatilizan a esa gente
pero ese hombre tiene que contarle cómo
son esas estrellas
está prisionero en una fortaleza no puede comunicarse
sino parabólicamente
por medio de obuses palomas mensajeras
silbatos supersónicos
es decir palabras
montado en ellas vuelve de su soledad a la gente
ustedes qué harían si vieran descender un plato volador
correrían a contárselo a todos
cualquier cosa que ve el poeta le parece un plato volador
todas lo son
ustedes escuchen o no pero él debe hablar
no le importa que a ustedes no les importe
mentiras le importa mucho y a ustedes también debería importarles
no piensen en él como poeta sino como hombre
de un tajo él se da cuenta cómo es alguna cosa
relaciones estrechísimas entre cosas al parecer remotísimas
él pone poética la realidad
la pone como es
o tal vez al contrario la realidad es la que se pone poética
las cosas se enternecen se desequilibran trascienden peligrosamente
sus límites
otra vez un bosque pero de otoño con todos sus árboles vibrantes de
balsámicas hojas
un movimiento se inicia alrededor del poeta lo arrastra a girar
para no caer debe aferrarse a las palabras
para flotar en ese vacío hace falta una balsa o un puente colgante
de palabras
o escala de seda o palabras por donde tal vez subir
la situación exige no perecer asumir una forma estable
no tiene otra salida que las palabras así como el atardecer no tiene
otra que las campanas
el poeta está obligado a descubrir y pronunciar esas palabras
una fisura se oscurece en la pulimentada superficie del mundo
donde él introduce la arista más delgada de su cuña verbal
a medida que los hechos pasan a palabras se va apaciguando
el vórtice de realidad
enardeciéndose el de palabras
hasta que el poeta entrega su confesión por escrito
la poesía es el arte de no escribir1
dígalo con palabras como si no lo dijera con palabras
cualquier cosa puede concentrarse en una palabra o extenderse
en mil
hay que encontrar la cantidad exacta que resulte poética
cada palabra tiene mil sentidos
dos juntas multiplican un millón
con el correr del tiempo las precisiones se van desgastando
como templos abandonados en la selva
el poeta quiso fabricar una llave pero le salió una ganzúa
ya no sabe qué puertas abrirá pero las abrirá
admiremos al noble ladrón que sólo roba puertas cerradas
ha aceptado ser un sicario pero de la poesía
ha decidido gastar su tiempo en eso
está dispuesto a consumir un año en una e
a escribir con su sangre letreros luminosos
a escribir con bordes de monedas con lapiceras explosivas
con guantes con la zurda
aunque los dedos se le agarroten o se le derritan
a la madrugada levantándose o acostándose
con el deseo con el hartazgo
él estaba escribiendo
se quedó ciego y siguió escribiendo
el poema es el arma perfecta
complejo aceitado compacto
todo poeta vive como un pistolero
con el corazón en la boca
las palabras le ordenan el mundo pero le desordenan la vida
él no compra un espejo para adornar el dormitorio de su amante
compra la palabra espejo para adornar el verso donde su amante
lo abandona
y se queda solo frente a ese espejo
las balas rebotan en la blindada imagen
el arma funciona contra su portador pero él no quiere soltarla
se agarra del mundo por donde puede
su hacer es lo único que puede oponer al tiempo
el tiempo procura absorberme
integrarme a sí desintegrarme a mí
imposible evitar la lucha entre él y yo
yo lo voy a llenar de mí mismo de cosas en que me transformo
escribir como amar son órganos por donde me vuelco
me lanzo a ser en el tiempo bajo una forma nueva
hasta que me vacíe del todo ya lo sé
pero el tiempo no puede quedar así
hay que ponerlo overo de palabras
PRÓXIMO PROGRAMA JUEVES A LAS 22 HS (HORA ESPAÑOLA)

Me gusta la poesía y también escribo. En Google estoy referenciada.
Muchas gracias por enviarme esta revista,